REFLEXIÓN PERSONAL

Reflexion de Esteban Robles Torres

La verdad es que me gusta mi país, y nunca renegaré de mi tierra. Pero un lugar en el que un arquitecto, un albañil, un abogado o un chófer deja de ser buen profesional según lo que vote, para mí es de chiste. Me alegraría que no se supiese nunca lo que yo vote, para que me valoren objetivamente. Por ser buena, o mala persona. Por ser buen, o mal amigo. Por ser un buen profesional, o por no serlo. Pero no por ejercer libremente un derecho que nos es legítimo. Parece una gilipollez, pero ni mucho menos lo es. No será la primera vez que se refieran sobre alguien como el facha de tal, o el rojo de tal. Y no. Porque yo no lo hago (principalmente porque me importa bien poco lo que vote cada uno, porque para eso está el voto, para que cada uno elija lo que estime y considere mejor y oportuno), y porque tengo amigos que votan azul, rojo, verde o amarillo, y jamás dejarán de serlo, porque el trato humano está por encima de eso a mi entender, pero días como el de hoy dejan muy a las claras que no todos opinan igual que yo, y que el país tan avanzado y abierto de mente en el que vivimos, no es tal.

Así que posiblemente, antes de intentar equipararnos en tantas cosas con los países más potentes de Centroeuropa empezando la casa por la ventana, podíamos comenzar por las cosas más básicas, que el respeto se nos presupone (aunque no sea aplicable en algunos), pero aunque el europeísmo nos salga por los poros para conseguir la bonanza económica, en civismo y tolerancia aún nos golean en la mayoría de países.

Como bien dijo aquel... 'Españolito, esto es así...aunque te sientas más europeo, a Europa todavía le sirves de cachondeo'