Noticia propuesta por Melania Gómez Moreno
Si preguntas
a algún Manager, Directivo, CEO, Director General, Presidente o Mando
Intermedio, que es lo que buscan en sus empleados, vendrá la palabra de moda: Compromiso (Engagement).
Parece que
el mencionado Engagement es el Maná venido del cielo. Además suponemos que
debemos insuflarlo a las personas, y que no es como el valor en el Ejército,
que se presupone. Si alguien no está comprometido, buscamos las causas, las
posibles soluciones para “reengancharle” al carro de los comprometidos, o bien
buscamos culpables entre los que le han descomprometido o desmotivado, como
puede ser su responsable directo, el departamento de Recursos Humanos o una
política de algunos directivos con la misión de desmotivar a todo el mundo.
Pero si
preguntáramos a todos los empleados de una compañía si están comprometidos con
su empresa, con su trabajo y con su área ¿Qué nos contestarían?. La gran
mayoría dirían que SI, algunos por miedo a las consecuencias y otros porque
realmente lo estén. Los que dirían que NO, sin tener miedo a represalias,
explicarían su actitud y seguramente lo achacarían a terceras personas o
circunstancias fuera de su propia responsabilidad.
Entonces
¿Qué entendemos por Compromiso?
Una de las
definiciones que más me gusta es la que da Luis Galindo en sus conferencias: “Se trata de poner toda tu energía, toda tu
ilusión y todo tu entusiasmo en lo que haces, y contagiarlo a los demás. Tener
la capacidad de ilusionarnos e ilusionar a los demás. Dar Ejemplo. Ser
consciente de que puedes influir con tu comportamiento en muchas personas”
Según lo que
dice Luis Galindo, el compromiso está mucho más cercano a nosotros mismos y
nuestra actitud ante la vida, que dependiendo de terceras personas. Luis además
lo adorna con algunas afirmaciones rotundas y claras:
“Se puede
comprar la presencia física del empleado, pero no se puede comprar su cabeza,
su corazón, su compromiso. Un salario no paga a una persona comprometida”
“La misión
más importante de un Directivo es estimular y motivar a las personas. Un líder
es un gestor de emociones, un estimulador de personas y equipos”
Entonces
nuestra actitud tiene mucho que ver con nuestro compromiso. Y además ¡¡¡¡es
contagioso¡¡¡. Es decir que si los demás nos ven comprometidos e ilusionados,
también pueden sentirse así.
La
conclusión es clara, tener a personas comprometidas repercute positivamente en
una organización que es contagiada por ese engagement al resto de las personas de la empresa.
Al igual que cuando tenemos a alguien constipado puede contagiarnos, el
optimismo y la ilusión también son altamente contagiosas.
¿Entonces el
Compromiso depende más de nosotros o de los demás?. Pues como dirían muchos de
mis amigos gallegos: Depende. Seguramente cuando “fichamos” a alguien para
nuestra empresa en la gran mayoría de los casos se siente comprometido. Es
bastante probable que venga ilusionado y con ganas de dar lo mejor de sí mismo.
¿Qué puede pasar en el tiempo con esta persona? (Y pasa en muchas ocasiones).
Que el entorno, las circunstancias, un mal responsable, o una cultura no
adecuada con el perfil personal suyo, puede conseguir que esta persona se
desmotive y se desvincule emocionalmente, hasta el punto de no sentirse
comprometido.
Es por ello
que desde hace tiempo apoyo el incorporar personas en nuestra organización con Virtudes, como he dejado
patente en mis artículos anteriores La Selección por Virtudes como valor
diferencial para atraer a las personas adecuadas a nuestra organización y Selección por Virtudes versus Selección por
Competencias Ya que llegados a un punto donde la mayoría
de las personas que dejan de estar comprometidas, paso previo a la
desvinculación de la organización, bien en formato salida voluntaria o bien en
formato despido, con los costes que ello acarrea en una compañía, es mejor una
política de Prevención de Costes Laborales
donde queramos incorporar a personas en nuestra organización que coinciden con
las Virtudes que
queremos desarrollar como empresa y como organización de cara a los demás
(clientes, sociedad, colaboradores, fans……). Se trata de ser coherentes y poder gestionar
a las personas desde lo que pueden dar y entregar, para así buscar una
simbiosis laboral donde se mantenga el compromiso.
Y tu ¿Cuidas
tu Engagement? ¿Estás en la organización adecuada para sentirte comprometido?
Noticia
originalmente publicada: http://www.rrhhmagazine.com/articulos.asp?id=1265
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