Reflexión personal de Mariluz Turienzo Iglesias. 4º GAP
La teleformación o el e-learning permite realizar
acciones formativas a través de Internet sin limitaciones de horarios, ni lugar
de impartición con el apoyo de tutores especializados.
En la Junta de Andalucía, al igual que en la mayoría
de las Administraciones Públicas, se está apostando por este tipo de formación.
La oferta formativa, superior a 32.000 plazas, publicada en el BOJA de 4 de enero, para este
año 2013, apuesta por la teleformación con un volumen superior al 58% respecto
a la modalidad presencial.
Esta modalidad es más barata que la formación
presencial, y permite llegar a más personas. Es más barata porque un mismo tutor puede a atender a
un número mayor de personas que si la modalidad fuera presencial. Ofrece muchas ventajas, como la flexibilidad que da poder realizar los cursos desde casa,
compaginando de esta manera obligaciones familiares y laborales con tiempos de
estudio, evitando pérdidas de horas de trabajo.
Aún hay muchos trabajadores que dicen no a este tipo
de formación y sobre todo si no pueden realizarla en el centro de trabajo. Es
cierto que aún hay personas que no disponen de una línea ADSL en el domicilio,
pero siempre se puede realizar en el centro de trabajo fuera de las horas laborales.
Es más, en algunos centros te permiten conectar hasta las 8:30 horas de la
mañana para realizar la formación.
En cuanto a la eficacia de la formación recibida,
puede ser equivalente o incluso superior a la presencial, porque el esfuerzo es
mucho mayor, ya que aunque tienes un tutor para preguntar dudas, el trabajo es
personal.
Creo que este tipo de formación es el futuro y no solo
dentro de la empresa. La prueba la tenemos con los estudios de inglés del
Instituto de Idiomas de la Universidad de Sevilla, donde en los cursos 1º y 2º, se combina la
formación presencial con la virtual.
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