domingo, 6 de enero de 2013

REFLEXIÓN PERSONAL



EL FUTURO DE LOS RECURSOS HUMANOS

Natalia Fernández Romero

REFLEXIÓN PERSONAL

En la época que vivimos con tanta incertidumbre no es fácil decir que va a pasar a largo plazo en los RR.HH. Tres coordenadas serán las que guiarán sus pasos: la gestión de personas, la diversidad y la tecnología.
La función de los RR.HH. será cada vez más vital en la empresa porque ayuda a que el conjunto trabaje con un mismo fin.
Hoy la diversidad nos acompaña a cada paso: diversidad de culturas, geográfica, de legislaciones, etc, por eso hay que unificar pero sin perder la singularidad. Otro problema a tener en cuenta es ¿cómo gestionaremos compañías con empleados que no comparten lugar físico? ¿cómo respetar la individualidad en un entorno global?
Están sucediendo cambios estructurales tan importantes como el surgimiento del concepto de nube o Cloud Computing. El impacto de este nuevo paradigma sólo es comparable al nacimiento de Internet. La descentralización de procesos es algo clave, no solamente desde el punto de vista teórico, también desde el de los procesos. Un procedimiento debe ser diseñado para trabajar con modelos pre-nube, no puede ni debe ser trasladado a la nube sin más, necesita ser adaptado y muchas veces cuestionarse sus mismos principios y requisitos originales. La descentralización en la nube ofrece un abanico enorme de posibilidades antes implanteables. En una entrevista con un candidato, el profesional de RR.HH. podrá acceder utilizando su tablet a información actualizada sobre las preevaluaciones del aspirante sin necesidad de papeleo. Podrá realizar sobre la marcha una consulta rápida a un profesional de la organización y enviar información que se actualiza al instante en la base de datos de evaluación. Igualmente se podrán formular preguntas relacionadas con temas puntuales de la entrevista, permitiendo al evaluador profundizar en cuestiones ajenas a su especialidad o bien detectar posibles puestos dentro de la empresa y reconducir la entrevista hacia ellos, todo esto manejado desde un dispositivo móvil, que permite flexibilidad y simplicidad. Las herramientas tecnológicas y su innovación son fundamentales en la apuesta por una política avanzada que genere un aumento en la productividad de los empleados, así como en la competitividad de la propia empresa y la reducción de costes que eliminen las barreras de una sociedad cada vez más globalizada. Los blogs, las redes sociales y las videoconferencias se convertirán en herramientas habituales de trabajo. Otros expertos destacan que las compañías que se han basado en la internalización de su actividad una parte muy relevante de su desarrollo y crecimiento están amortiguando la caída de su actividad, lo que nos lleva a pensar en una administración global de personal.
 El crecimiento de las ciudades, el tráfico, las facilidades tecnológicas nos llevarán a un entorno de trabajo mucho más disperso geográficamente, pero mucho más conectados en términos de interacción personal. Las relaciones entre jefes y subordinados deberán estar basadas en la confianza, porque la gente estará muy dispersa y muy conectada, no solo con su jefe, sino con toda la organización, sus clientes, proveedores y demás partes interesadas. La arquitectura de las oficinas y las empresas va a cambiar: en las casas se necesitará espacio de trabajo y las oficinas deberán contar con más entornos sociales. Estos cambios ya han comenzado. Será un mundo de trabajo centrado en la persona y donde las relaciones interpersonales estarán más cuidadas.

Asimismo necesitamos nuevos líderes ante los desafíos que se presentan: globalización, la amenaza asiática, la eliminación de fronteras y la necesidad de adaptar las empresas al nuevo entorno social. Y la conciliación en este contexto es una asignatura pendiente, y conciliación significa calidad en el empleo fomentando la estabilidad, la reducción de la temporalidad, los programas de compensación flexibles a la carta y programas de beneficios, entre otras: flexibilidad temporal y espacial como teletrabajo, permisos retribuidos, excedencias con reserva de puesto, apoyo a la familia de los empleados para respetar, facilitar y fomentar las relaciones de los empleados con su entorno familiar, desarrollo y competencia profesional, igualdad de oportunidades, liderazgo y estilos de dirección y perspectivas de género para minimizar e impedir los posibles desajustes de género en la organización. Adaptarse a las condiciones del entorno es clave para sobrevivir. ¿Qué hace más fuerte a una empresa en el siglo XXI? El talento organizativo que sea capaz de atesorar, hay que atraerlo, retenerlo y gestionarlo. Talento= capacidad por compromiso. Compromiso es sentir que la dirección se interesa por mi bienestar personal, mirar los resultados empresariales con humanismo y no sólo desde la perspectiva económica. He expuesto conclusiones que creo que deben cambiar en muchas empresas porque aumentaría con ellas la productividad y no pensar siempre en como exprimir al trabajador, sin fomentarlo en manera alguna.

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