Empleado Público/Funcionario

Reflexión personal de Jose Manuel Ortega Arrones

4º curso Grado en G.A.P.

Empleado Público/Funcionario

En tiempos de crisis económica generalizada como los que vivimos, en los que por desgracia, el personal que trabaja para una Administración Pública es objeto de numerosos ataques y recortes de derechos no sólo económicos, cada vez con más asiduidad nos encontramos con titulares de prensa y otros medios de comunicación que, por decirlo suavemente, no utilizan con propiedad estos términos, aunque yo más bien diría que muchas veces confunden intencionadamente y con criterios políticos estos conceptos. Así nos encontramos que cuando quieren hablar del recorte de supuestos privilegios y despidos en masa hablan generalmente de Funcionarios, que es el concepto que la gente común cree entender mejor, aunque por ejemplo como hemos estudiado no puede despedirse a un Funcionario excepto por causas estrictamente tasadas. Por el contrario el término más ambiguo de Empleado úblico se utiliza asiduamente cuando se quiere englobar a todos los sectores y dar grandes cifras, que desglosadamente mostrarían muchas veces otra realidad.

Para que cualquiera pueda entenderlo, con estos dos conceptos ocurre como con las naranjas y las mandarinas, todos los Funcionarios podrían entrar en el concepto, cada vez más ampliado, de Empleado Público, pero por supuesto no todo Empleado público puede tener la consideración de Funcionario Público, al que en virtud de nombramiento legal se le confiere una serie de prerrogativas para ejercer, en último término, como garantes del interés general, que debe mover toda actuación pública, pero no olvidemos que por contra están sometidos a una especial vinculación, por ejemplo con un Régimen disciplinario y de incompatibilidades que no tiene el resto de Empleados Públicos.