viernes, 26 de octubre de 2012

Reflexión personal: Administración Inviable

Si de algo ha servido esta crisis es para constatar que el actual modelo de Administración Pública es económicamente inviable. ¿Y qué tiene esto de relación con la asignatura de Recursos Humanos? Mucho, ya que uno de sus problemas básicos es la contratación de personal sin seguir los criterios de mérito y capacidad.

La actual Administración ha pecado de un sobredimensionamiento desmesurado, a través de distintos entes de una naturaleza jurídica muy confusa, entre lo público y lo privado.
Esta red de entidades, especialmente alimentada en Andalucía, ha sido un mero instrumento para el clientelismo político, que ha usado los diferentes entes ya sean Agencias, Empresas Públicas, Fundaciones, etc para escapar del control que ejerce el derecho administrativo y contratar a personal afín al partido político en el poder.

Todo esto, unido a que la Administración toma como propios servicios que no tienen por qué prestarse por parte del Estado, como la televisión,  la subvención de actividades de dudoso interés público, cajas de ahorro, etc.
Ello hace que el concepto genérico de empleados públicos, comprende no sólo a funcionarios sino también a personal laboral, eventual, interinos, de confianza, etc. El número total de personas dentro de este colectivo es del todo monstruoso y debe ser reducido drásticamente si queremos que los servicios esenciales como edcación y sanidad sigan siendo públicos.
O la Administración Pública reduce drásticamente su tamaño o la deuda pública, que ya está en niveles inasumibles puede terminar de ahogar este inviable modelo autonómico.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo y lo triste en este caso es tener que estudiar en asignaturas como esta cuales deberían ser los criterios de gestión de una Administración Pública como la economía, la eficacia, la eficiencia ... y darte cuenta de la cruda realidad, como en Andalucía donde se han creado multitud de "Instituciones Públicas" de dudosa utilidad, que más bien sirven, como dices, como instrumento de clientelismo político

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