sábado, 27 de octubre de 2012

Reflexión personal: poca honestidad y sentido común

Reflexión realizada por Miguel Villalba Cosa.

Esto es un tema que podría debatirse en estos tiempos que corren. No sólo ahora, si no también en época de vacas gordas, aunque no se notara tanto, ahora tal y como estamos con la crisis podría ser algo de lo que se prescindiera. Hablamos de los altos sueldazos de algunos, numerosos, la mayoría, de los políticos.

Hablamos de poca honestidad y del poco sentido común por que es la propia Constitución Española la que dice que la Administración Pública sirve con objetividad a los intereses generales y que actúa de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía...a parte de esto añadimos para el buen funcionamiento la existencia de eficiencia, cosa que podría mejorar, y evitar así tantos recortes y mal funcionamiento del sistema público que tenemos hoy en día.

Pocas son las personas que han renunciado a sus desorbitados sueldos, a parte de las dietas, coches oficiales, que no son latones por cierto, son de alta gama y con el mejor equipamiento, que sólo en eso se gastan cerca de 63 millones al año además de los chófer, etc, etc. También podríamos mencionar que mas de uno cobran no sólo un sueldo, además desorbitado, si no que perciben más de uno por su participación en partidos etc, etc. Después vienen pidiendo paciencia y que nos ajustemos un poco el cinturón, por no hablar de las miles de familias desahuciadas, y ellos con cochazos y sueldazos que además algunos son vitalicias. Yo esto lo resumo en una gestión pésima y en un no saber mirar por nadie y solamente por ti mismo.

Así que hablando de honestidad y sentido común, sólo cabe mencionar a aquellos que se han solidarizado con " el pueblo llano" por así decirlo, que son sólo casos aislados y en los que se deberían tomar ciertas medidas y no pedir tanto ajuste y que se ajusten ellos también un poco.




1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con la reflexión de Miguel, la ética pública de la Administración es inexistente. Los altos cargos hablan de minimizar gastos, de no derrochar en tiempos de crisis...llevan a cabo medidas de recortes que llegan a ahogar...pero sin embargo, ellos no predican con el ejemplo y no solo no se ajustan sus sueldos y complementos a estos difíciles tiempos, como todos, sino que además cada día hay algún alto cargo implicado en un nuevo caso de corrupción.
    No es coherente ni un solo despido, mientras haya un solo trabajador cobrando más de lo necesario para vivir, esa debería ser la reflexión general de todos los que ven en el despido de otro la salida de la crisis.

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