Reflexión sobre la Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres.
Realizada por Eva Mª Buiza
La Administración General del Estado
puede considerarse como una de las más avanzadas instituciones de España en el
establecimiento, desarrollo y ejecución de políticas de igualdad entre mujeres
y hombres, siendo pionera en la implantación de planes de igualdad en su
ámbito.
A pesar de ello España tiene una cuota
del 11,5 % de mujeres en los consejos de administración, por debajo de la media
europea.
La obligación de las cuotas siempre ha
sido polémica, prueba de ello es que cuenta con muchos detractores, y no sólo
de género masculino. No obstante, si no se regulase el aumento de la
representación femenina en puestos directivos, no se podrían eliminar las
prácticas discriminatorias que históricamente han excluido a las mujeres del
mercado laboral y en especial, de puestos de responsabilidad.
Gracias
a las representación, de mujeres, en el Gobierno y en los puestos Directivos van apareciendo normas y se van fomentando practicas
de igualdad.
El inicio de estas prácticas radica en la formación. Una
formación progresiva, integradora y completa en materia de igualdad es un elemento
fundamental a la hora de valorar el desarrollo del principio de igualdad entre
mujeres y hombres.
Otra
medida, que afecta sobre todo a las mujeres es la conciliación de la vida
personal, laboral y familiar, donde existen normas que asumen y profundizan avanzando en la orientación de que las medidas
de conciliación se dirigen a hombres y mujeres y tienden, además de a alcanzar
un equilibrio entre la vida personal, familiar y laboral, a favorecer una mayor
corresponsabilidad entre hombres y mujeres en el ámbito privado.
Se
aprecia un acceso cada vez mayor de los
hombres a las medidas de conciliación, destacando el hecho de que en
prácticamente todas las medidas de conciliación facilitadas por la
Administración General del Estado al menos cerca de un 30% de los beneficiarios
de dichas ayudas son hombres, lo que redunda en la construcción y consolidación de una cultura de corresponsabilidad
entre ambos sexos.
Como
ejemplo de incremento en la corresponsabilidad entre hombres y mujeres, es
destacable el incremento sustancial del 80% de permisos de paternidad concedidos
por la Administración General del Estado desde su implantación en el año 2006
hasta el año 2009, constatándose como el
número de hombres que acceden a este permiso ha aumentado con el transcurso del
tiempo sin que se hayan producido variaciones significativas en la tasa de
natalidad, lo que muestra la consolidación de estas medidas de conciliación y
de corresponsabilidad entre los hombres.
Para
eliminar desigualdades hay que fomentar la igualdad. Como prueba de ello, el
pasado 13 de marzo de 2012 se publicó en el B.O.E. Orden SSI/499/2012, de 24 de
febrero por la que se resuelve el procedimiento para la concesión del
distintivo “Igualdad en la empresa”.
Este
distintivo, que se convoca anualmente, se concede a las empresas que destacan
de forma relevante y especialmente significativa en la aplicación de políticas
de igualdad de trato y de oportunidades, y puede ser utilizado en el tráfico
comercial y con fines publicitarios, resultando de gran utilidad para las
empresas que contratan con las Administraciones Públicas o que solicitan
subvenciones de las mismas, en la medida en que acredita por sí mismo el
cumplimiento de las medidas de igualdad.
En las Empresas y la
Administración hay que realizar lo que se denomina un Enfoque pro-activo: centrado en los efectos positivos que puede tener para
las organizaciones laborales adoptar una política integral orientada a la
prevención y erradicación de las discriminaciones de género.
Algunos ejemplos de mejoras que
podrían ayudar para erradicar o aminorar la desigualdad entre hombres y mujeres entre las organizaciones, son las que paso
a detallar.
- Mejora en la eficacia de la organización laboral: reducción de los niveles de absentismo, mejora
del clima laboral, aumento de los niveles de satisfacción de las empleadas
y los empleados y su implicación.
- Mejora en la eficiencia: mejor aprovechamiento del potencial y las capacidades de las personas, con procesos de gestión de los recursos humanos más objetivos y libres de sesgos y estereotipos de género.
- Mejora en la imagen pública de la Organizaciones como entidad empleadora, incrementar la confianza en la gestión, y se configuraría como motor de avance social en materia de igualdad entre mujeres y hombres.
Concluyo
comentando, que queda mucho por recorrer, que poco a poco este fomento de
igualdad va en aumento, es una tarea de todos, y que no tendremos problemas con
esta ley, ni con ninguna otra, cuando en las organizaciones sus pilares
fundamentales sean la NO
DISCRIMINACIÓN
.
Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión,parece mentira que en el siglo XXI exista todavía la discriminación laboral contra la mujer.Un ejemplo claro que vemos en la sociedad es cuando la mujer accede a determinadas corporaciones que han estado tradicionalmente ocupadas por hombres y no les resulta fácil hacerse respetar. Para que podamos terminar esta discriminación hay que luchar y enfrentar a los discriminadores ya que al no enfrentarnos a los problemas las mujeres nos encontraremos avasalladas por éstos.Por lo tanto es necesario ponerse manos a la obra para que esto acabe.Ya que tanto la mujer como el hombre somos iguales y tenemos los mismos derechos.
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