domingo, 21 de octubre de 2012

Crisis en el empleo público

Reflexión de Mariluz Turienzo Iglesias. 4º GAP




La actual crisis económica ha puesto de manifiesto las deficiencias de nuestro modelo de Administración pública, obligando a las Administraciones a adoptar medidas de ajuste para respetar la estabilidad presupuestaria. 

Una parte importante de los planes aprobados hasta la fecha se centran en la reordenación y racionalización de las Administraciones Públicas. 

Medidas como anulación de las ofertas de Empleo Público, la no reposición de las bajas de personal, la extinción de las relaciones temporales y la utilización de los despidos por causas económicas técnicas y organizativas que tras la reforma laboral de 2012, resultan aplicables al sector público, hacen que disminuya la calidad de los servicios públicos que el Estado está obligado a prestar a los ciudadanos, especialmente en sectores como el educativo o sanitario. 

Es cierto que en determinados ámbitos de la Administración es necesario adaptar el número de efectivos a los servicios que se pueden prestar con los recursos disponibles mediante fórmulas de planificación y ordenación eficaces. 

Es necesario profesionalizar el empleo público, sobre todo en los niveles directivos, evitando en lo posible la utilización de nombramientos de puestos de libre designación por el gobernante, con la connivencia de sindicatos y órganos de representación del personal. 

Hace falta flexibilizar los modelos de acceso, la carrera administrativa y movilidad, garantizando siempre los principios de mérito y capacidad, para conseguir una mayor productividad. 

Además resulta imprescindible, llevar a cabo un plan de formación de calidad, donde los empleados públicos no solo consigan una mayor capacitación, sino que puedan llegar a ser más versátiles.

4 comentarios:

  1. el concepto de esta entrada no puede ser mas correcto, pero ha de mirarse el transfondo del mismo; ¿ que clase de gestion directiva hemos soportado esos años anteriores de vacas gordas? ¿hasta que no esta la bolsa vacia no se han percatado de tantas evidencias? es un error que los puestos mas altos de la funcion publica puedan estar ocupados por personas a dedo. no es concebible un sistema en el que sea mas dificil acceder a un puesto base que a un puesto de direccion, ilustrandonos en el ejemplo de que un funcionario de clase C tenga que realizar una cruenta oposicion y sin embargo el que dirije su trabajo este ostentando su puesto por la divina confianza de un politico.

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  2. Es necesario adaptar el número de efectivo, eso es verdad, y no precisamente en educación o sanidad pero... ¿y en el resto de las áreas?
    ¿Cuántas veces se ha utilizado la OEP como una medida electoralista engrosando esta mamotétrica administración sin una planificación exhaustiva? Daba igual si no se necesitaba, "tocaba" políticamente y eso era suficiente.
    Muchas veces se ha incrementado el número de eventuales, personal de confianza porque interesaba por alguna razón y no la de necesidad o buena gestión precisamente. ¿Qué requisitos tiene que reunir ese colectivo para pasar a tener un trabajo de tanto nivel sin pasar por prueba alguna? ¿Es justa su nómina con respecto al trabajo que realizan? ¿qué esfuerzo han tenido que hacer para conseguir ese puesto? ¿cómo lo han demostrado? Creo que no tanto como las personas que se están preparando para acceder a la administración pública por una oposición.
    Mientras no pensemos en exigirle a todo el que trabaja en la administración formación y profesionalidad no tendremos nunca una buena gestión de la misma y por lo tanto derroche económico, y hoy ya no nos lo podemos permitir.

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  4. En mi opinión, es evidente que tenía que llegar el momento, en que el sector público sufriera una reordenación, lo que no comparto es el concepto de racionalización, pues creo que en lugar de adelgazar sus plantillas públicas, lo que hacen es mover el personal de un lado para otro. Esto no es racionalizar, eso remover. No podemos sostener una administración tan inflada. Quitar un cargo directivo de un puesto, para ponerlo en otro lugar con el mismo cargo o similar, no es racionalizar. Donde está aquí la racionalización? observo con bastante frecuencia (desde mi perspectiva de funcionaria), como se utiliza este término de manera incorrecta y abusiva. Un claro ejemplo, lo tenemos muy reciente, con la noticia sobre la reducción por parte de la Consejera de Salud y Bienestar Social, Dª María Jesús Montero, al decir que reducirá puestos directivos en entes instrumentales en un 40 por ciento, pasando de 20 a 12, mientras que saldrán también eventuales, aproximadamente 30 de 167 contratados. En muchos de los casos, parte de este personal va a parar a otros organismos públicos dependientes de la misma consejería.

    Por otra parte, una administración racional debe adaptar sus servicios y unidades a las necesidades reales existentes, es decir, lo que no puede suceder, es que haya servicios con poca carga de trabajo y muchos efectivos, y al contrario, ya que esto origina que el personal de dichos servicios oriente su conducta hacía otro tipo de tareas no productivas.

    Y por ultimo comentar, que la administración debe ser profesionalizada, no es coherente que un alto cargo, por ejemplo, no hable inglés o carezca de la titulación o la formación concreta para desempeñar un puesto específico, es decir, no se puede designar a una persona para el puesto de Consejero de Economía y Hacienda, y que no tenga conocimientos previos en economía, como ocurre en muchos casos, sólo por el hecho de tener un conocido, amigo o familiar dentro del sector público.

    Con respecto a flexibilizar los modelos de acceso, tengo que decir, que igual que para algunas cosas aproximan a la administración de manera cada vez más creciente hacía un modelo abierto, creo que es necesario, por ejemplo modificar el sistema de promoción interna, ya que no es lógico tener que pasar por otra oposición para tener la oportunidad de poder cambiar de un grupo inferior a otro superior, cuando uno posee tanto la titulación exigida como los conocimientos y las habilidades necesarios para ello. Esto hace que en muchos casos el empleado público se desmotive trayendo como consecuencia un bajo rendimiento laboral. Esto está sucediendo actualmente con las medidas adoptadas sobre la paralización de las OEP, los concursos y la propia promoción. Es muy frustrante saber que vas a estar en un mismo puesto (grupo) varios años cuando tienes todos los conocimientos y requisitos para el acceso.

    Mi conclusión es, que este problema surge como consecuencia de La alta politización del sistema. Mientras esto no cambie, el sistema por mucho que sea reordenado o desinflado no será nada eficiente o productivo.

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