martes, 15 de octubre de 2013

Administraciones cogidas con alfileres

Propuesta por: Cayetano Recio Alcaide

El Gobierno quiere poner a dieta a la administración pública. Un grupo de expertos ha revisado a fondo todas las instituciones públicas con que cuentan el Estado y las administraciones autonómicas. Con esa radiografía en la mano, la Comisión para la Reforma de las Administraciones Públicas (CORA) ha elaborado un extenso informe de 253 páginas en el que hacen una serie de propuestas, todavía en estudio, de racionalización del gasto. Esta propuesta incluye la fusión de algunas instituciones y la desaparición de otras. Se trata de un informe que no está aún aprobado y que no es vinculante para las autonomías, al menos todavía. También proponen cambios en la forma de trabajo de los empleados públicos, promoviendo la movilidad geográfica de funcionarios y laborales. Y hay otra serie de propuestas destinadas a ahorrar tiempo y costes, como la potenciación de la factura electrónica o las compras centralizadas.

La incidencia de esta reforma, de llevarse a cabo como propone el citado documento, tendría incidencia en el régimen laboral de los trabajadores públicos, pero una repercusión muy limitada en cuanto a la desaparición de instituciones asentadas en la provincia granadina.

Concretamente, el informe solo cita un organismo con 'nombre y apellidos' que propone eliminar. Se trata del Observatorio Andaluz de la Infancia, que tiene su sede en la capital granadina, en la tercera planta del centro de menores Ángel Ganivet. En el documento del CORA consideran que se ha producido una «proliferación» de observatorios en los últimos años, en los que encuentran algunas «disfunciones», como la contratación a empresas externas de servicios propios, la elaboración de informes que no son difundidos o el hecho de que no aporten información adicional a la que suministre otro observatorio a nivel nacional.

La situación concreta de este observatorio andaluz no es tal cual la 'pinta' este informe. El coordinador Francisco Jesús Alaminos, apunta que todo lo que se hace en este instituto es obra de los trece empleados, ya que nunca han contratado con ningún agente externo. Cumplen tres funciones: gestión del conocimiento, investigación con elaboración de documentos propios y formación. «Todo está disponible en la web, que hemos modernizado nosotros sin que cueste un euro extra, y que han visitado más 290.000 personas el año pasado», apunta Alaminos. También cumplen un destacado papel docente, ya que formaron a 1.600 personas el año pasado, relacionadas con la asistencia a menores en situación de riesgo o con asociaciones de acogida a través de un campus virtual que también han diseñado los trabajadores del observatorio, sin ayuda externa.

«Los argumentos parecen ajenos a nosotros», explica Alaminos, que considera «curioso» que se proponga eliminar el observatorio andaluz cuando en el observatorio nacional solo trabajan dos funcionarios. «Nuestro observatorio está sirviendo de referencia incluso para otros países como Colombia, que nos ha pedido ayuda para poner en marcha una institución similar», defiende Alaminos, quien explica que no han tenido ninguna comunicación oficial por parte de la Junta de Andalucía, de quien depende esta institución. El presupuesto anual de este organismo ronda el medio millón de euros.

La eliminación de este observatorio es la única que se propone de forma directa en el documento, aunque en sentido estricto se podrían ver afectado el Consejo Consultivo de Andalucía, que también tiene sede en Granada. La propuesta del CORA es la de eliminar los órganos consultivos de las comunidades autónomas, de forma que el Consejo de Estado asuma sus funciones y se ahorre el presupuesto de estos organismos. El Consejo Consultivo de Andalucía, con sede en Bibataubín, tiene un presupuesto anual de 3,8 millones de euros, de los que la mayor parte, 3,1 millones, son para gastos de personal. Entre las tareas de este organismo está la asesoría a la Junta de Andalucía en anteproyectos de leyes, reglamentos, convenios o conflictos de competencias entre consejerías, así como aconsejar en casos de reclamación, recursos o concesiones administrativas. Este consejo lo componen el presidente, los consejeros permanentes -son los expresidentes de la Junta hasta los 65 años-, los consejeros electivos -seis con dedicación exclusiva y seis sin ella-, los consejeros natos -son cinco- y la secretaria general, así como la estructura administrativa que permite su funcionamiento.

Investigación

Estas dos serían las instituciones que se propone eliminar y que tienen sede en Granada. Entre las instituciones propuestas para su remodelación se encuentra también el Centro Superior de Investigaciones Científicas, entidad a la que pertenecen el Instituto Andaluz de Astrofísica o el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, con sede en Granada pero compartido entre el CSIC y la Universidad de Granada. Ninguno de estos dos organismos se vería afectado por esta reforma inicial, según ha podido saber este periódico de la dirección de ambos centros. También forman parte del CSIC la Estación Experimental del Zaidín, el Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra y la Escuela de Estudios Árabes. Los cinco centros vinculados al Zaidín, que han permanecido cerrados dos semanas en agosto para ahorrar costes, están pendientes de que se solucionen los problemas de financiación que amenazan su futuro en este próximo mes de septiembre.

Buceando entre el resto de iniciativas que recoge el informe de reforma de la administración pública, la investigación granadina podría estar afectada por la unificación de los ocho Centros de Investigación Biomédica en Red (CIBER). Hay cinco grupos de investigación vinculados al grupo de Epidemiología y Salud Pública -uno de los ocho CIBER-, que no parece que vayan a sufrir cambios por esta posible reforma. «Siempre hemos trabajado de forma descentralizada, y desde el año pasado hay un gerente único en Madrid; nuestro trabajo ya se hace mucho a través de intranet», apunta María José Sánchez Pérez, responsable de uno de estos grupos. Sánchez explica que ya se habían puesto en marcha la medida recogida en el plan. Lo que sí han notado en su grupo son los recortes en investigación que comenzaron en 2012. «Los recursos se utilizaban básicamente para contratar personal y hemos tenido que prescindir de gente», apunta la investigadora, que llegó a tener cuatro personas con este dinero público y ahora solo puede contar con una. Sánchez recuerda que el dinero que recibe depende de las evaluaciones que deben superar cada año y en las que se miden los «indicadores de producción científica». Nicolás Olea, que es responsable de otro de estos grupos de investigación, explica que en su caso tiene que juntar dinero que recibe de programas distintos para poder pagar un salario completo a un investigador.

Hasta aquí llegarían los efectos directos de la reforma que afecta a institutos que sufrirían cambios, fusiones o desapariciones. El informe propone la eliminación de otros muchos organismos del gobierno autonómico pero que no están ubicados en la provincia granadina, como la Cámara de Cuentas, las oficinas autonómicas en el exterior, tanto las diplomáticas como las de comercio o de cooperación al desarrollo. También apuesta el informe por eliminar el Instituto Andaluz de Cartografía, el observatorio de empleo o las 17 oficinas repartidas por el mundo que tiene la Agencia Andaluza de Promoción Exterior, Extenda.

Falta por desarrollar el efecto que tendrían las propuestas en materia de empleo público, aunque algunas de ellas ya se han puesto en marcha. Es el caso de la congelación de la oferta de empleo público o la ampliación de la jornada laboral a 37,5 horas. En el plano teórico se contempla la habilitación legal del despido por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción en el ámbito de la administración pública, la modificación de las condiciones de acceso, los planes de reducción del absentismo o la modificación del régimen de permisos sindicales y del régimen de incompatibilidades.


El comité de expertos apunta que las medidas que ya se han puesto en marcha, han supuesto un ahorro de 12.966 millones de euros y 374.800 empleos públicos. Todavía no se ha valorado qué repercusión tendría en cuanto a puestos de trabajo la propuesta completa que hace el Gobierno, pero el PP ha señalado que en Andalucía supondría un ahorro de 7.000 millones de euros, aunque no han detallado cómo han hecho las cuentas.

Fuente original: Ideal.es 



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