Entrada Personal realizada por EVA Mª RUBIO HERRERA
DIRECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS EN LA ADMINISTRACION PUBLICA
¿VISIÓN TRADICIONAL O RENOVADA?
Esta es la
pregunta que me planteo después de estudiar en este primer bloque de la
asignatura las distintas concepciones de la dirección de RRHH.
La teoría nos
dice que existen 2 concepciones distintas:
·
Una Visión Tradicional, la cual posee un
enfoque clásico de miras estrechas que concibe al personal como un coste y para
quien la dimensión social existe solo con carácter protector, y cuyo objetivo
consiste en adaptar al personal a las estructuras preexistentes concebidas
independientemente de la dimensión humana.
· Y una Visión Renovada, que posee un
enfoque más moderno que considera al empleado como un recurso y fuente de
competencias y potencialidades, siendo su objetivo compatibilizar las
capacidades y habilidades potenciales de los empleados en la misión
corporativa.
¿Concibe la Administración Pública como un
Recurso a su personal? ¿En la gestión de recursos humanos se pretende
compatibilizar las capacidades y habilidades potenciales de los empleados con
la misión corporativa?
Es evidente
que actualmente la respuesta a estas preguntas es un rotundo NO, lo que nos
lleva a la conclusión de que la Administración Pública mantiene una visión tradicional de la gestión de
recursos humanos, a pesar de presumir de lo contrario, ya que concibe a éste
como un COSTE en mayúsculas el cual hay que minimizar con recortes y medidas
que acaban con los derechos que tantos años de lucha han requerido, y con la
confianza y compromiso que los empleados públicos pudiesen adquirir con la
Organización que en este caso es la Administración Pública.
La Dimensión
Social en la dirección de Recursos Humanos en la Administración solo existe con
carácter protector, siendo ésta incompatible con la Dimensión económica, puesto
que no dudan en recortar en materia de recursos humanos como en la oferta de
empleo público y en la cobertura de
bajas por enfermedad en vez de hacerlo en otros aspectos como los excesivos
gastos “extraordinarios” e innecesarios de
altos cargos políticos en otras áreas que
nada tienen que ver con los recursos humanos.
A esto debemos
añadir la excesiva politización y burocratización de la Administración Pública,
lo que conlleva a que no se logre un equilibrio entre ambas partes de la
relación, es decir, desde el punto de vista del individuo las Recompensas y
Sanciones no generan la satisfacción de las necesidades, ni desde el punto de
vista de la administración, el esfuerzo y capacidad del empleado alcanza el
nivel de ejecución adecuado.
Por todo ello,
en mi opinión está muy claro que la visión de la Administración Pública, por lo
menos actualmente, es claramente TRADICIONAL aunque pueda tener algunos
pequeños matices de visión renovada.
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