Los funcionarios no solo verán congeladas sus nóminas sino que además tendrán más trabajo. El Gobierno ha congelado la oferta pública de empleo para los trabajadores públicos. Solo permite sustituir una de cada 10 bajas en algunos sectores prioritarios como educación, sanidad, policía e inspección de Hacienda. Esta limitación, que aplica desde el año pasado, ha provocado que en los primeros ocho meses del año la plantilla de empleados públicos haya disminuido en 17.000 efectivos.
"Las limitaciones de las ofertas de empleo público de los últimos años, permitiendo exclusivamente una tasa de reposición del 10% para aquellos sectores considerados prioritarios, han contribuido a que, hasta agosto de 2013, haya disminuido el personal al servicio del Estado en aproximadamente un 3 por ciento (17.000 efectivos), respecto al mismo periodo del año anterior", señala el informe económico financiero del proyecto de Presupuestos de 2014.
Estas dos medidas provocarán un descenso en el capítulo de gastos de personal, que recoge el pago de las nóminas de los funcionarios, trabajadores eventuales, interinos y laborales del Estado, del 1,6% hasta los 13.880 millones.
El sindicato de funcionarios CSIF ha reclamado esta mañana al Gobierno que amplíe la oferta pública de empleo en el proyecto de Presupuestos para el próximo año, ante la destrucción de puestos de trabajo que se está produciendo en el sector público. CS-F emplaza al Gobierno a impulsar un plan de recursos humanos y a ampliar la oferta pública de empleo en los próximos presupuestos "antes de que sea demasiado tarde".
La Administración se encuentra "al borde del colapso" y en los próximos años el sistema se hará insostenible, ha estimado. Según los datos de la Seguridad Social publicados este miércoles, la Administración Pública, con un saldo negativo de 10.170 empleados, cinco veces más que el mes anterior, y Sanidad, con una disminución de 19.411 empleos, ocupan ya el tercer puesto en destrucción de puestos de trabajo en el mes de septiembre.
CSIF ha advertido de que Administración y Sanidad han destruido ya en lo que va de año un total de 175.255 puestos de trabajo y lideran así el escalafón de sectores con mayor número de bajas respecto al mismo periodo del año anterior, por encima de la construcción, la industria y el comercio.
Fuente original: http://economia.elpais.com/economia/2013/10/02/actualidad/1380706873_578657.html
Entendemos que estamos en tiempos de crisis, que la cosa esta mal, y por una parte podría ser una medida necesaria la congelación temporal de los sueldos de los empleados públicos, pero lo que no veo una medida adecuada desde mi punto de vista es la falta de oferta de empleo público.
ResponderEliminarEl principal problema pienso que se encuentra en los desorbitados sueldos de los altos cargos, los cuales no sufren congelaciones ni recortes y si se producen son meramente anecdóticos, y en de la corrupción en la Administración Pública de nuestro país.
ResponderEliminarCon este panorama es imposible poder sostener el sistema y mucho menos los derroches y sobresueldos de la clase dirigente.
Por ello para poder mantener en esta situación de privilegio y a la cual no creo que estén muy por la labor de renunciar, llevan a cabo la destrucción de numerosos puestos de trabajo en el sector público y congelan los sueldos de los funcionarios.
Con esto la situación solo hace más que empeorar, ya que cada vez hay menos funcionarios públicos para poder desarrollar la actividad de la administración de una manera eficaz y eficiente, y poder así satisfacer las necesidades de los ciudadanos.
Todo ello lleva a un estado de caos, de descontento y de desconfianza, por parte de la ciudadanía, hacia la clase política y dirigente de nuestro país.
Además de la figura del personal eventual (cargos de confianza a dedo), que a parte del desproporcionado gasto público que generan, no están en la Administración por méritos propios ni por capacidad, sino por enchufe y oportunidad.
Son con este tipo de empleados con los que muchas veces se suplen las bajas que se producen entre el personal p, mirando más al beneficio propio, que al de la Administración.
Es en todo esto donde se deberían llevar a cabo los recortes y las congelaciones, y no en los funcionarios de a pie, que son los que consiguen que funcione el sistema y posibilitan la prestación de un servicio público de calidad, pero hasta que esta situación no cambie, todo seguirá igual ya que pienso que es un problema de moralidad y difícilmente corregible.