APORTACION PERSONAL DE: ROCÍO SOLÍS RODRÍGUEZ
En
la actualidad, la educación española exige el nivel B1 de cualquier idioma para
la obtención de título universitario de grado. Esto es algo necesario y útil para la realización de
ciertas oposiciones y para la atención de extranjeros por parte del personal de
la Administración.
Pero,
además de esta exigencia, las Administraciones deberían de formar a su personal
para la atención de los ciudadanos españoles discapacitados, en especial, de
los sordomudos, realizando cursos de lengua de signos o contratando al menos a
un intérprete por Administración para atender de una forma adecuada a este
colectivo.
La
autonomía e independencia de estas personas se ve mermada junto con el principio
de igualdad, al tener estos que asistir acompañados de familiares a las
Administraciones para la realización de cualquier trámite.
En
mi opinión, me parece inaceptable que el gobierno español presuma de políticas de
igualdad y, a la vez, piense antes en los extranjeros que en sus ciudadanos
discapacitados.
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