martes, 15 de octubre de 2013

Hacia un sistema público ágil, solvente y centrado en el ciudadano: Lean Government

Propuesta por: Cayetano Recio Alcaide

Por:  | 15 de octubre de 2013

Daisy Escobar, Directora del Área de Dirección de Operaciones y Tecnología, IE Business School.  


Existe en la actualidad un creciente interés entre los líderes públicos de todo el mundo en Lean Government como modelo de gestión para transformar y modernizar la Administración Pública. Desde diversos servicios del National Health Service de Reino Unido, así como departamentos administrativos de múltiples estados y ciudades de Estados Unidos de América, pasando por el Sistema Judicial de Portugal, por mencionar los movimientos más interesantes en algunos países, se está viendo el alcance y sobre todo los magníficos resultados del concepto. 

Algunos ejemplos de resultados concretos que se están logrando con Lean Goverment son: reducciones drásticas de los tiempos de espera para los servicios públicos, disminución de innumerables y tediosos trámites; desaparición de duplicidades y agilización de procedimientos que nacen de la descoordinación entre entidades públicas; y, eliminación de pérdida de tiempo, frustraciones e incomodidades para los ciudadanos. Además, gracias a la utilización de herramientas simples que identifican mejoras que pueden ser rápidamente implantadas, estas organizaciones públicas están continuamente buscando nuevas formas de dar al ciudadano más y mejores servicios (¡más efectivas!), y cada vez con menos recursos (¡más eficientes!). 

¿Qué es exactamente Lean Government y por qué atrae a los líderes públicos? Lean Government es la adaptación al sector público de las prácticas conocidas como lean management que tanto éxito han tenido en el sector industrial. Más concretamente, es la búsqueda continua de más valor para el ciudadano con menos despilfarro. Su correcta aplicación mejora notablemente el servicio al ciudadano al ponerse el foco en sus necesidades; libera recursos para su mejor utilización, al eliminar actividades que no añaden valor al ciudadano; sube la moral del empleado porque se le involucra y se le arma de nuevas técnicas para hacer bien su trabajo; y sobre todo, crea una dinámicaorganizacional de servicio al ciudadano, de eficiencia y de mejora continua.

En España se está viviendo una época de recortes de servicios, reducción de personal, y aumento de tarifas de servicios públicos y de impuestos. Y seguramente todo ello es necesario para balancear los presupuestos, pero muy probablemente no es sostenible.Lean Government parece responder con solvencia a nuevas y más complejas demandas de la sociedad, que junto con las presiones por mejorar el desempeño de los servicios públicos, requieren de un moderno y más robusto modelo de gestión. Afortunadamente, hay en España un buen puñado de instituciones públicas, entre las que se encuentran el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, el Museo Thyssen-Bornemisza, y la propia Agencia Tributaria, entre otras, que contando con la determinación y profesionalidad de sus propios empleados, está también aplicando Lean Government con notable éxito.

Lean Government puede convertirse en el gran aliado de los líderes públicos en su objetivo de transformar y modernizar la Administración Pública. Estos líderes tienen ante sí dos grandes retos: uno, prepararse para ser los arquitectos del nuevo sistema; y dos, desarrollar las competencias necesarias para lograr, por un lado, el compromiso de los empleados de quienes se espera un desempeño con los niveles de exigencias que la sociedad demanda, y, por otro lado, implicar activa y creativamente a los propios ciudadanos, quienes como coproductores tienen también su responsabilidad en la calidad y en la eficiencia de los servicios que exigen a sus instituciones públicas.


Fuente original: El País / Blogs Economía
http://blogs.elpais.com/via-ie-business/2013/10/daisy-escobar-directora-del-%C3%A1rea-de-direcci%C3%B3n-de-operaciones-y-tecnolog%C3%ADa-ie-business-school.html

1 comentario:

  1. Publicado por Elena González Sevillano.

    Siempre he pensado que la Administración Pública debería parecerse en algunos aspectos a las empresas privadas, sobretodo, en temas relativos a la búsqueda de la disminución de los tiempos de respuesta que se da al ciudadano para resolver aquellos procedimientos en los que se encuentra inmerso, ya que, como dice el artículo, ello redundaría en la satisfacción del ciudadano y transmitiría una imagen de calidad de la Administración. El problema que se plantea en cuanto a la implantación de estas formas de hacer, es que la Administración se rige por un sin fin de normas y procedimientos que no pueden dejarse de lado y que obligan al empleado público a demorar, en muchas ocasiones, trámites que podrían tener una rápida respuesta de no ser por la rígida burocracia a la que se ve sometida su actuación. Por otra parte, considero fundamental la motivación del empleado público en el desempeño de su trabajo y creo que deberían buscarse fórmulas para fomentar dicha motivación en el personal de las Administraciones Públicas, ya que, muchas veces, tal vez debido a la monotonía del desempeño de un trabajo que se ha vuelto rutinario, el trabajador acaba viendo sus tareas como meros trámites que hay que cumplir y no como el ideal que debe regir en toda Administración, la búsqueda de un servicio de calidad a la ciudadanía. Creo que una reforma en este sentido es muy necesaria para la Administración, pero también me planteo, si nuestro actual sistema hace posible que estos cambios puedan producirse y cuánto tiempo tendrá que pasar para que el ciudadano valore realmente la labor de muchas personas que un día decidieron trabajar para el servicio de la comunidad.

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