El Gobierno quiere rebajar su déficit reduciendo entre un 8 y un 12% el
número de empleados públicos
EUROPA PRESS
23 de mayo de 2013 20:17
El Gobierno holandés ha anunciado este
jueves un plan para reducir su plantilla de funcionarios hasta en un 12% en los
próximos cinco años. La reducción en la Administración será mayor de lo
previsto inicialmente y afectará a entre 12.000 y 18.000 puestos de trabajo.
El Ejecutivo liderado por el primer
ministro, Mark Rutte, reelegido en septiembre de 2012, tiene entre sus
objetivos reducir el déficit público, aunque sus esfuerzos previsiblemente no
evitarán que Países Bajos incumpla el objetivo del 3% tanto para este año como
para el siguiente.
El responsable de Vivienda y
Administraciones Públicas dentro del Gobierno, Stef Blok, remitió al Parlamento
el miércoles por la noche un proyecto en el que propone la eliminación de entre
un 8 y un 12% la plantilla de funcionarios, calculada actualmente en 150.000
personas.
Dentro de los nuevos recortes figuran los
10.000 puestos que el Ejecutivo ya había prometido eliminar antes de 2015. «La
deuda pública está aumentando y el déficit presupuestario es demasiado alto»,
ha alertado Blok, que ve conveniente reducir el gasto de la Administración «a
su nivel mínimo».
Todo parte de que el Estado se encuentra con un excesivo “déficit público”, el cual obliga a los estados a sobredimensionar la capacidad de financiación, externa o interna, en los mercados financieros. Ante una situación de crisis generalizada los préstamos se endurecen y encarecen aumentando cada vez más la carga financiera de la deuda.
ResponderEliminarEvidentemente Holanda, como otros estados, han optado, entre otras medidas, por ahorrar en el gasto, como una forma más de disminuir la necesidad de financiación y a ser posible a base de remanentes hacer crecer la posibilidad de disminuir deuda pública. La pregunta o el planteamiento que yo me hago es el siguiente:
a) De acuerdo en que es necesario disminuir el gasto, si en época de crisis no se aumentan los ingresos, para, por un lado, disminuir las necesidades de financiación mediante préstamos y, por otro, intentar la disminución del déficit absoluto, para crear base para el crecimiento de la economía real.
b) No de acuerdo en que se practique el “automatismo” de disminución del gasto mediante la eliminación de puestos de trabajo en la administración pública, y explicó los por qué:
1.- Si bien es cierto que la partida de gastos en personal es la más grande de los créditos presupuestarios ordinarios y, además, la más fácil de tocar, no se puede colegir que ésta sea la más impactante en la creación de déficit. Lo que nos lleva a pensar que aunque coyunturalmente se produzca con la medida una disminución del déficit no garantiza que a medio plazo éste no vuelva a crecer si de verdad no se atajan las causas más directamente implicadas en la producción de déficit y puedo apuntar algunas:
- desequilibrios en el sistema tributario que no permita una recaudación efectiva entre la riqueza creada y la capacidad de extracción económica del estado.
- el posible crecimiento de la economía sumergida y todos los tipos de fraudes.
- el pensar que reducir el estado a lo “mínimo” pasa sólo por la disminución de empleados públicos y no la disminución de otras estructuras (políticas, de propaganda, de gastos suntuarios, etc.)
2.- El número de empleados públicos hay que conectarlo, después de estudiar las ratios más convenientes en relación al PIB, a la población, a los segmentos de usuarios, etc. con las prestaciones de servicios. ¿En qué medida la disminución de empleados públicos, sin entrar a segmentar sobre los distintos servicios, podría empeorar la prestación de los servicios adecuados a los ciudadanos? Si el gobierno de Holanda considera que con esta reducción la calidad de la prestación del servicio no se resiente, habría que preguntarse ¿qué hacía hasta ahora este excedente en la administración?
Desde mi punto de vista la reducción de empleados públicos en la administración debe hacerse, si esto es necesario, atendiendo a las siguientes líneas de actuación:
1.- En estudios óptimos de dimensionamiento de personal según los distintos servicios y en planes de contingencia de cara al futuro teniendo en cuenta los distintos factores de cambio que en la prestación de los servicios se puedan presentar.
2.- En la optimización de las personas atendiendo a la introducción de nuevas formas de trabajar, incidiendo en aspectos organizacionales que puedan suponer una “descarga” de personal sin detrimento del nivel de prestaciones.
3.- Estableciendo medidas de innovación, fundamentalmente tecnológicas, que hagan más flexible al aporte de las personas y pueda permitir en el futuro una reducción del contingente humano en la administración.
4.- Optimizando los métodos de reclutamiento y de selección de personas de forma que los ingresados en la administración aporten cada vez mayor valor y polivalencia con tendencia a que en un futuro mediato se pueda tener el mismo nivel de prestaciones con menos contingente humano.
Tras leer el artículo publicado por mi compañera acerca del despido de 15.000 funcionarios en Holanda en los próximos 5 años me vino a la memoria otro artículo que el periódico El Mundo publicó el pasado mes de julio acerca de las medidas adoptadas en Grecia al respecto que van desde la adopción de medidas desfavorables para los funcionarios hasta el despido de los mismos.
ResponderEliminarParece ser que a los políticos ésta es la única solución que se les ocurre para sacar a sus respectivos países de la crisis, incluyendo a España, pero ninguno cae en la cuenta de que la ineficacia de algunas Administraciones Públicas no está causada porque las personas que trabajan en ellas sean ineficaces. La verdadera responsabilidad está, justamente, en los responsables políticos que las dirigen, bien o mal, que para eso les hemos puesto allí.
Por supuesto que habrá funcionarias y funcionarios que hagan más mal que bien su trabajo pero es absurdo generalizar. De acuerdo que suponen una partida importante de los Presupuestos Generales del Estado, pero lo cierto, es que los funcionarios no son los que tienen la culpa de la crisis que nos asola como lo quieren vender los políticos.
Lo que sí es verdad es que los ciudadanos somos víctimas del juego de los políticos y que habría que despedirles a todos. Son ya muchos años de protestas pero aquí no cambia nada, todo se repite, siguen los mismos, nadie dimite, nadie paga por cosas que ha cometido mal, no se resuelven los temas pendientes.
Cuando los funcionarios cometieran en su trabajo errores del calibre de los que se descubren cada día a los políticos lo normal es que no volvieran a trabajar y los echaran a la calle pero antes deberían ir ellos.
Lo que debemos revindicar es que “lo público” sea realmente público, que los ciudadanos puedan intervenir en su gestión y control, y no dejar “lo público” en manos de políticos incompetentes y corruptos o en las de tecnócratas y burócratas que gestionan las instituciones como si fueran sus propios cortijos.