El hombre es una caña, la más débil de todas, pero una caña que piensa.
Blaise Pascal
Son muchos los desafíos que se
presentan a las empresas en la actualidad. Los cambios que ocurren en el
mundo y afectan a las sociedades las golpean de frente también a ellas,
puesto que empresas y sociedad están íntimamente vinculadas. Y estos
cambios se aceleran. Lo que tardaba antaño un siglo requiere una década,
lo que tardaba diez años tarda ahora uno. La evolución tecnológica y
social – que resultan unidas como lo demuestra internet – son tan
rápidas que pocos dudan en llamarla revolución.
La mundialización provoca nuevos
intercambios culturales así como un importante incremento de las
propiedades sistémicas, acompañadas por la emergencia de combinaciones
que resultaban inimaginables hace unos escasos cuarenta años. Con ella
aparece también una nueva competencia económica internacional, agresiva y
a menudo sorprendente cuando juega con formas o reglas que
desconocíamos.
Como consecuencia, la complejidad
sistémica del mundo se ve multiplicada y nuestro principal reto es ser
capaz de adaptarnos. Sólo los organismos (bien sean biológicos o
sociales) que sabrán adaptarse a los cambios del entorno podrán
sobrevivir. Los otros, que se quedan anclados en prácticas anticuadas
basadas en mapas obsoletos del mundo, están condenadas a desaparecer
tanto más rápidamente como la competencia se muestra más intensa y
áspera en su sector.
No es reforzando las viejas
creencias y blindando las viejas prácticas que podremos resistir, sino
siendo lo suficiente flexibles. No son los robles que sobreviven a los
huracanes, sino las cañas. Es en la capacidad creativa de la caña que piensa
que hemos de confiar y apoyarnos; la adaptación de las empresas exige
une rehabilitación del rol del hombre en las organizaciones que le fue
robado por la gestión de procesos. Y ¿qué son los procesos sino
estrategias establecidas en el pasado con la ilusión de que permanecería
inalterado.
Ante los desafíos que nos brindan
los cambios, debemos poner fin a la visión mecanicista nacida con
Descartes y transmitida al management por Taylor. Resulta imprescindible
y urgente de re-humanizar a las empresa. El modelo actual de management
siendo mecanicista y animalista, hemos de desarrollar otro nuevo, los
parches no podrán salvarnos.
Fuente: http://blog.fractalteams.com/2012/10/10/la-cana-que-piensa/
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