Noticia enviada por Carla de las Heras
Nació entre las protestas de algunos sindicatos
hace solo cuatro años. Y ha tenido una accidentada vida. El Programa de Calidad
y Mejora de los Rendimientos Escolares, que contempla que los docentes reciban
hasta 7.000 euros de incentivos, volverá a ser revisado. La Consejería de
Educación ya tuvo que modificarlo en 2011 por orden del Tribunal Superior de
Justicia de Andalucía (TSJA). Pero los cambios en esta ocasión no son por
mandato judicial, sino fruto del pacto que PSOE e IU cerraron para gobernar
juntos en Andalucía tras las últimas elecciones. “Se consensuará con las
organizaciones y sindicatos representativos del profesorado un nuevo plan de
calidad que parta de la experiencia, el análisis y la valoración del actual”,
se señalaba en el acuerdo firmado por ambas organizaciones el 18 de abril de
2012.
Mar Moreno, consejera de Educación, anunció la
semana pasada en el Parlamento regional su intención de analizar y revisar con
los representantes del sector de la enseñanza este programa de incentivos, que
se contemplaba en la Ley de Educación de Andalucía (2007) y que busca mejorar
el rendimiento de los escolares a través de un sistema de primas para maestros
y profesores.
Moreno reconoce que siguen existiendo
“reticencias entre los profesores”. Esa oposición está localizada,
principalmente, en los institutos. El plan de calidad está diseñado como un
programa voluntario. Es decir, los docentes son los que, a través de las
votaciones en sus claustros, deciden si quieren entrar o no a formar parte de
esta iniciativa, aunque la última palabra la tienen ahora los consejos
escolares, donde también están representados los padres. El curso pasado 1.998
centros públicos estaban dentro del plan, lo que representaba el 60% del total
de colegios e institutos de la comunidad. Pero cerca del 70% de los 1.998
inscritos son colegios. A los profesores de secundaria no les ha convencido la
iniciativa desde el primer momento. Los contrarios, como el sindicato CSIF,
acusaban a la Administración de culpabilizar con este sistema a los docentes
del fracaso de los estudiantes.
Moreno no quiere hacer
ahora una enmienda a la totalidad a este programa, que intenta comprometer a
los docentes con medidas concretas para mejorar los resultados de los alumnos.
“Hay luces y sombras”, señala la consejera. “Buscaremos sus fortalezas y
debilidades. Queremos revisar, no eliminar”, añade Moreno. La última revisión
está todavía caliente. El TSJA dio la razón a los sindicatos CSIF y Ustea, que
recurrieron contra el programa. Los magistrados obligaron a vincular “la
consecución de los objetivos educativos con la percepción de los incentivos”.
Hasta el curso pasado, el sistema contemplaba que los docentes recibieran
directamente 600 euros el entrar en el plan, 1.200 el primer curso de
aplicación y 1.800 el segundo. Los 3.400 restantes eran variables, se cobraban
en función de la consecución de los objetivos que se fijaban en el plan.
Ahora, los incentivos se cobran siempre en
función del porcentaje de objetivos cumplidos. Entre los criterios que se
emplean están las tasas de promoción y titulación del alumnado y los resultados
de las pruebas de diagnóstico y Escala. Mar Moreno informó la semana pasada de
que en este momento el 42% de los centros públicos están inscritos en el plan.
Sin embargo, estos datos son provisionales, ya que la convocatoria para que los
colegios e institutos se inscriban está abierta hasta el próximo 31 de octubre.
Noticia originalmente publicada en http://ccaa.elpais.com/ccaa/2012/10/19/andalucia/1350672349_027772.html
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