Para mí es un tema de suma relevancia ya que cuanto más motivado esté un trabajador, más eficiente y eficaz será en su trabajo. Dicha motivación se consigue con aumentos en las retribuciones, ascensos en los puestos de trabajo, felicitaciones por parte de sus superiores, etc.. Desgraciadamente, a mi entender, este es un tema casi inapreciable en la administración ya que si un trabajador es excelente en su trabajo y responsable en su función obtiene lo mismo que otro trabajador que no sea tan competente y que le importe un poco menos hacer bien su trabajo. Todo esto puede provocar que ese trabajador que actúa con diligencia cambie su forma de trabajar negativamente debido a que importa más bien poco hacer bien o menos bien su trabajo.
En mi opinión, el salario y el rendimiento del trabajador no tienen mucha relación en el ámbito de las administraciones públicas y, en este sentido, deberían de funcionar como empresas e implantarse un sistema de motivación del personal al servicio de las administraciones públicas y así podríamos conseguir una administración eficaz, eficiente y de calidad al servicio de los ciudadanos.
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