sábado, 29 de noviembre de 2014

Reflexión personal realizada por: Águeda García Cintado sobre la calidad de atención y servicio por parte del funcionario público



Nos encontramos ante un tema de opinión basada dentro de un aspecto ético en la función pública, concretamente la calidad de atención y servicios prestados por parte del funcionario hacia el ciudadano, centrándonos en los modales que el empleado público plasma en su gestión.

Los funcionarios poseen la gran responsabilidad de definir la imagen física de la Administración, un asunto de gran repercusión social. ¿A caso alguien no ha oído como ha sido tratado alguna vez por el hombre que trabaja en el registro del ayuntamiento o la mujer que expide la cita previa en los centros de salud? Tanto en sus aspectos positivos como en los negativos. Indagando en la cuestión debemos de plantearnos el motivo y las consecuencias de la actitud expresada en el día a día de su trabajo. Comencemos remitiéndonos a estos  ejemplos: Juan un hombre de unos cuarenta años que con dedicación y gustoso esfuerzo aprobó sus oposiciones para desempeñar el cargo de admirativo del registro de entradas del ayuntamiento de su municipio. Nunca le han faltado unos buenos días y un trato amable con el ciudadano al que atiende dentro de la cordialidad de la función que desempeña. Por el contrario Reyes, la expedidora de citas  de consulta casi siempre ha sacado a relucir su maniático y desapacible carácter de una forma continuada en su actividad.

Por lo general la percepción del ciudadano ante estos dos funcionarios van a ser muy diferente, acompañadas también de la imagen de sus dos sedes administrativas. Eh aquí  el epicentro de esta reflexión, cada empleado público debe de concienciarse de que la cara que establezca de forma habitual hacia el ciudadano va a ser vivo reflejo del organismo gestionado.

Naturalmente todos tenemos problemas en nuestra vida personal pero hay que establecer una línea divisoria que establezca el ámbito profesional y el personal. Tanto para bien del funcionario, de la administración y del ciudadano atendido.  Todos los trabajadores públicos deben  hacer un esfuerzo y tratar con amabilidad y educación a todos los ciudadanos a pesar incluso de que estos en ocasiones carezcan de estos dos factores sumamente importantes, para hacer más llevadero los trámites oportunos

1 comentario:

  1. Realizado por: Melissa Biau Rubio

    Me parece muy interesante la reflexión personal de mi compañera Águeda García Cintado, con la que estoy totalmente de acuerdo al tratarse de un tema que nos incumbe a todos los ciudadanos que por cualquier tipo de gestión, nos relacionamos con la Administración Pública, siendo merecedores del trato desde la amabilidad y el respeto por parte de los funcionarios y personal al servicio de ésta. Lamentablemente, hoy día y pese a los esfuerzos continuados de la Administración Pública por cambiar la percepción de los administrados con respecto a ella, el trato de algunos funcionarios deja mucho que desear, la actitud con la que atienden ponen en evidencia su ética y valores perjudicando gravemente la imagen del ámbito público por parte de los ciudadanos. Sin embargo, cabe hacer mención a aquellos funcionarios que pese a sus circunstancias personales, que como bien concluye la compañera su reflexión, todos tenemos, atienden de manera aplaudible a los ciudadanos, no sólo desempeñando bien su trabajo sino además con un magnífico trato.

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