domingo, 9 de noviembre de 2014

Reflexión personal. Mercedes Nogales
Hoy he leído en la prensa la siguiente noticia:
La Junta de Castilla y León gastará 250.000 euros en limpiar la imagen de los funcionarios

 Y mi pregunta es: ¿Por qué en es necesario que se limpie la imagen de los funcionarios?

Soy funcionaria y muchas veces parece que hemos sido culpables de la crisis, no los bancos, los especuladores urbanísticos, ni los políticos, los culpables son los  FUNCIONARIOS, solo nosotros con nuestro trabajo y esfuerzo.

Desde hace años se ha hablado de manera sumamente desfavorable del funcionario público, desde los distintos ámbitos de la ciudadanía.

Tenemos ejemplos como el del Presidente de la Federación Asturiana de la Construcción al considerar no productivos a los funcionarios y censurable que puedan verse “funcionarios con la bolsas de la compra, o salir a desayunar”

Declaraciones del presidente de la patronal: Sr. Rosell al afirmar que “Los funcionarios, mejor en casa que consumiendo papel y teléfono”

Muchas veces cuando se habla de función pública  se piensa en la figura de un funcionario ineficaz, perezoso, del cafelito y el periódico, y del “vuelva usted mañana” del artículo “Vuelva usted mañana” de Larra publicado en 1833.

Pero nadie se acuerda que funcionarios son también los profesionales de la sanidad, médicos, enfermeras, celadores, administrativos; profesionales de la educación: profesores, maestros, catedráticos; profesionales de la seguridad ciudadano: bomberos, policías, y tantos otros que cada día prestan sus servicios para el bien común de la sociedad, pero también hay que destacar que los funcionarios son los encargados de velar por el buen funcionamiento de la Administración y hacer que se cumpla lo que dicta la normativa y entre otras cuestiones controlar que el gasto público y sus distintas partidas presupuestarias se destinan al fin para el que fueron aprobadas y no a las decisiones caprichosas del politiquillo de turno que antepone los intereses de su partido o incluso los suyos propios a los intereses generales de la sociedad. Entiendo que este es el principal motivo por el que se ha vapuleado la imagen del funcionario público y se ha puesto en manos de “empresas públicas” gran parte de la gestión que corresponde al personal funcionario de carrera. 

Esta “mala imagen” que se da de los funcionarios la ha fomentado la clase política porque le viene bien para sus interés ya que han hecho todo lo que está a su alcance para eliminar los controles administrativos y crear un espacio a la libre disposición de las decisiones políticas, y esto no se consigue con profesionales independientes del poder, que no le deban nada a nadie solo a su capacidad, su esfuerzo y sus méritos.

La Administración está altamente politizada y esto está dañando seriamente la imagen de las instituciones públicas, y con ella la de los funcionarios.

 Desde mi punto de vista más que limpiar la imagen lo que habría que hacer desde el poder político es construir una administración profesional, eficiente, independiente de los manejos de un político, disponer de los medios suficientes, contar con unos procesos de selección donde se garanticen que son elegidos los mejores profesionales y unas condiciones de trabajo que garanticen la independencia.

Desde los poderes públicos se debería  transmitir a la ciudadanía que los funcionarios no se inventan los trámites por capricho, ni disfrutan haciendo esperar al ciudadano, y fomentar la percepción que el servicio público es satisfactorio gracias a los funcionarios y a pesar de los políticos.

Hay que separar y no confundir “interés político” con “interés público”. El funcionario sirve a la Administración y no a quienes gobiernan, el funcionario tiene que creer en la función pública y en la Administración a la que sirve.

1 comentario:

  1. Realizado por Yolanda González Rojas

    No sé cómo hemos llegado a esto, lavar la imagen del funcionario, pero qué hemos hecho nosotros. Cada vez estoy más convencida de que la sociedad nos está echando a nosotros la culpa de todos los problemas económicos, de todos los problemas de desempleo, de todos los problemas de corrupción, por los que está atravesando nuestro país.

    Yo también soy funcionaria y llevo muchos años trabajando para la misma administración, y desde hace unos años, he comprobado que la opinión que los ciudadanos tienen sobre los funcionarios, se ha ido degradando año a año.

    Ahora cuando un ciudadano se dirige a la administración para realizar cualquier trámite, para solicitar ayuda, para que le resuelvas su consulta; desgraciadamente nos encontramos con algunas personas que vienen con unas exigencias, es el modo en el que te piden las cosas, parece que se ha perdido todo respeto hacia los funcionarios “pues me resuelves las dudas porque para eso estás ahí”, “pues me preparas un certificado porque ese es tu trabajo”, “pues haz tu trabajo que para eso te pagan.

    Mientras seamos la mano que ejecuta las órdenes del Gobierno, seremos los culpables de todo, pero ¿cómo llegar a una total independencia del poder político?

    La sociedad ha perdido todo el respeto hacia su Administración Pública, y pienso que además de por todo los problemas expresados anteriormente, porque desconoce la administración a la que se dirige.

    ¿Por qué se tiene tan mala opinión de los funcionarios públicos?

    Para nosotros lo ideal es que cuando llegue un ciudadano para ser atendido, realice todos los trámites, y se marche totalmente satisfecho; y después de él, pues a atender al siguiente. Un ciudadano contento y te ocupas de atender al siguiente, y resolverle también lo que nos plantee. Y sin embargo, la imagen que la administración tiene para los ciudadanos es la de que queremos eternizarle en el papeleo, como si nosotros disfrutáramos haciéndolos volver al día siguiente.

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