martes, 14 de enero de 2014

Entrada Personal bloque 3: REFLEXIÓN SOBRE LAS CRITICAS A LOS FUNCIONARIOS.

 entrada personal: Reflexión sobre las criticas a los funcionarios.

Actualmente el funcionario está en crisis (como todos claro) pero es una crisis de imagen que no se va a recuperar ni con el mejor asesor de imagen de campaña política de los Estados Unidos. Desde hace mucho tiempo en este país el concepto de funcionario es prácticamente un insulto.
Según esta imagen el funcionario es un ser poco trabajador, gris, no diligente ni apto para labores productivas, atrapado en un mar de papeles y sellos…de hecho según la mayoría de la gente de a pie que sabe lo que estoy estudiando me responde que los funcionarios deberían estar picando piedras de sol a sol; que son unos vagos, unos irresponsables, que no se toman su trabajo en serio y en fin, que si la Administración Pública va como va es por culpa de ellos.
Yo quiero defender a este colectivo (y no solo por lo que me toca el tema), sino porque siempre es más fácil “matar al mensajero”, sobre todo si mientras lo haces estas sentado en un bar discutiendo con unos amigos sobre este tema (tan criticado) y es que se supone que está bien eso de criticar a los funcionarios.
La mayoría lo hace por desconocimiento y piensa que los funcionarios no deberían tener una relación estatutaria (la gente sigue pensando que es laboral) de forma permanente (ya que esta es la principal diferencia con el resto de trabajadores). Para ellos no es justificable en la actualidad el derecho al cargo que deriva de los principios establecidos por el artículo 103 de nuestra constitución. ¿Cómo es posible que con el paro que hay no se despidan miles de  empleados públicos?
Creo que la permanencia es en realidad una garantía para los ciudadanos, si las funciones públicas las ejercen personas que pueden ser despedidas en cualquier momento la objetividad de sus actuaciones disminuirá notablemente.  Cierto es que hay funcionarios que no realizan su trabajo como debiera, pero para ello ya existe el régimen disciplinario (que no se use demasiado es otra cuestión).
Sin el derecho al cargo, en primer lugar, el funcionario estará más interesado en agradar a su jefe de turno, el político, que en servir de verdad al ciudadano. En todas las administraciones hay pelotas pero en realidad los funcionarios que conozco no se venden por un puesto  y actúan conforme a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico. Si algo no se puede hacer, no se hace, y si viola la normativa esta no se hace amoldar a sus intereses (o a los intereses del de turno). Por otra parte, si yo soy funcionario y sé que mi puesto es temporal, es posible que intente actuar con amabilidad con empresas del sector privado a las que algún día podría estar llamando a mi puerta.
¿Qué se pretende con estas críticas? Que la relación del funcionariado con la Administración sea temporal y que de esa forma se pueda prescindir de ellos por circunstancias ajenas a las profesionales o disciplinarias. Miedo me da sólo de pensarlo.

En fin, resumiendo; opino que los funcionarios son la garantía en la prestación del servicio, que garantizan la objetividad en la aplicación de la norma y, que en muchas ocasiones tienen que “enfrentarse” con sus superiores (del nivel político) para defender la legalidad y la objetividad en la actividad de la Administración. Así que si al final los interesados en que se cambie esta situación (que son en realidad los políticos u organizaciones privadas que buscan al funcionario afín ellos) luego no nos vayamos quejando por los bares de que no hay nadie que vele por nuestros derechos como Administrados.  

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