Reflexión
personal de Juan Alaminos Cacace sobre las recompensas y sanciones para un
trabajador por sus resultados
Lo primero
que debo comentar, como siempre, son los conceptos básicos sobre este tema.
Como se describe en el título, estos concepto básicos son resultado, recompensa
y sanciones.
Llamamos
resultado a todo aquello que puede incidir de cualquier modo sobre la
satisfacción de las necesidades, intereses, deseos y/o metas de los miembros de
la institución. Una
recompensa o resultado positivo es todo aquello que pueda satisfacer una
necesidad, meta o interés o que pueda contribuir, de forma más o menos directa,
a tal satisfacción. Una sanción o resultado negativo es aquel que perjudica la
satisfacción de una necesidad, meta, deseo o interés.
Una vez
definido esto, opino que para que funcione una relación laboral, ya se pública
o privada, tanto la organización como el trabajador esperan una serie de
resultados de la otra parte. La organización espera que el trabajador cumpla
con su horario, con los objetivos que tenga y que se sienta vinculado a la
misma para dar lo mejor de sí, entre otras cosas. El trabajador espera de la organización
un buen trato, un salario estipulado en el contrato, y sentirse que forma parte
de algo. Si alguna de las dos partes no se sintiera satisfecha con lo que
espera de la otra, la relación laboral se rompería, aunque si recibiera más de
lo que espera se fortalecería mucho.
Ya he
empezado a tratar el tema de las sanciones y recompensas, creo que una empresa
debe premiar a sus trabajadores con gestos como cestas de navidad u otro tipo
de regalos porque así el trabajador se siente valorado y tiene ganas de
esforzarse para conseguir mejores resultados.
En cambio,
pienso que, aunque es favorable que se den recompensas si un individuo cumple
muy satisfactoriamente sus objetivos, estas no deben estar tasadas previamente
a la consecución de los mismos. Es decir, que no se sepa que la empresa regala
un viaje al mejor trabajador del año, por ejemplo. Opino esto porque si lo hace
la empresa estaría obligada a regalarle un viaje al mejor empleado, aunque no
se lo pudiera permitir por circunstancias de los beneficios. Mi opinión es que
la empresa debe motivar a sus empleado con las recompensas cuando estos mismos
hagan bien su trabajo porque quieren lo mejor para la empresa. O sea, que las
recompensas sean sorpresas, así se sentirían más vinculados con la empresa
porque pensarían que saben valorar su trabajo. Sé que esto es difícil porque se
tendría que encargar una persona en decidir quién se merece y quien no una
recompensa, y conseguir que esta persona sea objetiva siempre es una tarea muy
complicada.
Para las
sanciones si creo que deben ser públicas, que todos los trabajadores sepan que
les puede pasar si no cumplen con lo que se espera de ellos. Aunque pienso que
la organización debe ser comprensiva y considerar las circunstancias personales
para valorar dicha sanción, o incluso eliminarla. Esto también es difícil por
la misma razón que las recompensas.
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