viernes, 10 de enero de 2014

Reflexion personal de Juan Alaminos Cacace

Reflexión personal de Juan Alaminos Cacace sobre las recompensas y sanciones para un trabajador por sus resultados
Lo primero que debo comentar, como siempre, son los conceptos básicos sobre este tema. Como se describe en el título, estos concepto básicos son resultado, recompensa y sanciones.
Llamamos resultado a todo aquello que puede incidir de cualquier modo sobre la satisfacción de las necesidades, intereses, deseos y/o metas de los miembros de la institución. Una recompensa o resultado positivo es todo aquello que pueda satisfacer una necesidad, meta o interés o que pueda contribuir, de forma más o menos directa, a tal satisfacción. Una sanción o resultado negativo es aquel que perjudica la satisfacción de una necesidad, meta, deseo o interés.
Una vez definido esto, opino que para que funcione una relación laboral, ya se pública o privada, tanto la organización como el trabajador esperan una serie de resultados de la otra parte. La organización espera que el trabajador cumpla con su horario, con los objetivos que tenga y que se sienta vinculado a la misma para dar lo mejor de sí, entre otras cosas. El trabajador espera de la organización un buen trato, un salario estipulado en el contrato, y sentirse que forma parte de algo. Si alguna de las dos partes no se sintiera satisfecha con lo que espera de la otra, la relación laboral se rompería, aunque si recibiera más de lo que espera se fortalecería mucho.
Ya he empezado a tratar el tema de las sanciones y recompensas, creo que una empresa debe premiar a sus trabajadores con gestos como cestas de navidad u otro tipo de regalos porque así el trabajador se siente valorado y tiene ganas de esforzarse para conseguir mejores resultados.
En cambio, pienso que, aunque es favorable que se den recompensas si un individuo cumple muy satisfactoriamente sus objetivos, estas no deben estar tasadas previamente a la consecución de los mismos. Es decir, que no se sepa que la empresa regala un viaje al mejor trabajador del año, por ejemplo. Opino esto porque si lo hace la empresa estaría obligada a regalarle un viaje al mejor empleado, aunque no se lo pudiera permitir por circunstancias de los beneficios. Mi opinión es que la empresa debe motivar a sus empleado con las recompensas cuando estos mismos hagan bien su trabajo porque quieren lo mejor para la empresa. O sea, que las recompensas sean sorpresas, así se sentirían más vinculados con la empresa porque pensarían que saben valorar su trabajo. Sé que esto es difícil porque se tendría que encargar una persona en decidir quién se merece y quien no una recompensa, y conseguir que esta persona sea objetiva siempre es una tarea muy complicada.

Para las sanciones si creo que deben ser públicas, que todos los trabajadores sepan que les puede pasar si no cumplen con lo que se espera de ellos. Aunque pienso que la organización debe ser comprensiva y considerar las circunstancias personales para valorar dicha sanción, o incluso eliminarla. Esto también es difícil por la misma razón que las recompensas.

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