En su día se
justificó por el gobierno la pérdida de tres días de asuntos propios por el
colectivo de empleados públicos insertado en un paquete de medidas de recortes
de gasto y bajo la justificación de que con ello existía un aumento de
productividad que podrían hacer
prescindibles otros puestos de trabajo. La idea era también apoyar la
política de tasa de reposición de sólo el 10% con algunas excepciones
puntuales.
En esta medida también se vislumbra
algo de oportunismo y populismo político pues ante un país con casi 6 millones
de parados se ve como conveniente escenificar un mayor sacrificio de aquellos
trabajadores que tienen el “privilegio” de contar con un empleo fijo.
Pero el gobierno tiene que ganar las
elecciones y ya este año hay una al Parlamento Europeo y el colectivo de
empleados públicos es muy relevante desde el punto de vista del censo
electoral. Por tanto cabe ahora con el pretexto de la recuperación de los
derechos perdidos tirar de electoralismo y empezar a dar lo que antes se quitó,
y a esto pienso que se debe la recuperación de ese “Moscoso”. Todavía más,
pienso que de aquí a la fecha de las elecciones generales en noviembre de 2015
se recuperarán los días de “moscosos” que quedan (2) hasta llegar a los seis de
antes de la crisis económica, e incluso, algún día de vacaciones de los
llamados “canosos”.
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