Reflexión personal de Hannah Roca Ramón.
El puesto de líder es un puesto
muy atractivo, pero el que lo vaya a ocupar tiene que preguntarse si de verdad
tiene capacidad para serlo, pienso que no todo el mundo puede ocupar este
puesto ya que el líder no será mejor o peor en base a la cualificación técnica
que tiene si no que dependerá de otros factores como puede ser la motivación a
su equipo, la inspiración, hacerles sentir parte de la empresa o aportarles
confianza en lo que están haciendo y ahí desde mi punto de vista está el error,
la creencia de que todos podemos ser líder y no es así, todos podemos ser
buenos gestores, pero no todos podemos ser un buenos líderes.
Si aplicamos el concepto de liderazgo
a la Administración pública no resulta fácil, ya que nos damos cuenta que en
las Administraciones hay carencia de liderazgo y si a esto le añadimos la
politización de estas e incluso casos de corrupción hace que la motivación de
los funcionarios caiga y con ello en muchas ocasiones la obtención de buenos
resultados. Por ello en mi opinión habría que buscar la manera de establecer un
buen líder que no fuera colocado por ser quien es si no por ser como es, un líder
que sea capaz de motivar a los funcionarios, capaz de hacerles aflorar su
sentido de pertenencia, confianza y participación en la Administración. Pero
para que se pueda conseguir esto hay mucho que mejorar.
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