Noticia publicada por José M. Ortega Arrones (4º curso G.A.P.)
El sector público español tiembla. Tiembla porque la destrucción de empleo llama a su puerta. Tras el draconiano ajuste que ha hecho la empresa privada, ahora la motosierra llega a ministerios, hospitales, colegios, universidades, juzgados… En lo que va de año Andalucía ha perdido 22.000 empleados públicos, Aragón 4.100, Castilla La Mancha la que más con 12.000 empleos públicos destruidos ...y esto sólo acaba de comenzar.
España debe ajustar, ya, el peso de la admistración. Somos 46 millones de españoles, más de 8 millones de pensionistas, 6 millones de parados …18 millones trabajando ¡afortunados! y de éstos 3 millones autónomos y otros 3 funcionarios. En Castilla la Mancha por ejemplo uno de cada cuatro ocupados trabaja en el sector público. Cifra que crece en Extramadura y en Andalucía ¡Nos hemos vuelto locos! ¿Podemos permitirnos el lujo de tener una plantilla de funcionarios tan amplia? ¿Podemos pagarla? No podemos meter a todos en el mismo saco. Son muchos y muy diferentes: profesores, jueces, médicos, enfermeras, personal administrativo, guardias, bomberos… muchos sin plaza en propiedad porque no han pasado una oposición: el 40% de los empleados publicos no tiene plaza en propiedad. Son eventuales, interinos y también asesores y personal de confianza. Éstos ultimos se han convertido en una auténtica especie en ebullición. ¡Una auténtica burbuja! Algunos estudios dicen que hay más de 2.000 en toda España, más de 200 en algunos ayuntamientos… personas de confianza, puestas a dedo que cobran más que un funcionario, que no han pasasdo oposición y que van de la mano del político de turno.
Esto es lo que indigna al ciudadano.Esto y que el Congreso tenga un prespuesto de 20 millones de euros en material de oficina el próximo año; que los diputados pierdan los ordenadores, los iPads y no pase nada; que los sindicalistas lleven relojes de lujo, viajen en crucero de primera y vayan tras la huelga de comilona y no paguen nada. Que los amigos de unos y de otros ocupen puestos de consejeros en cajas de ahorros sin saber más allá de una raíz cuadrada y se lleven a fin de año casi 200.000 euros. Cabrea de forma soberena el subir en el AVE y ver que los vagones van medio vacíos y los pagamos todos. Ver que se cierran Palacios de Congresos que borbotean por toda España huecos de proyectos, de foros empresariales y de público. Enfada el ver centros comerciales desiertos, urbanizaciones fantasmas y aeropuertos de puro adorno.
España está enfadada, muy enfadada! El cabreo quedó reflejado el pasado 14N en las manifestaciones que inundaron el país, pero quedó también reflejada la responsabilidad de todos nosotros. Pocos españoles secundaron la huelga:mire a su alrededor y conteste: de las personas que conoce, cuántas faltaron a trabajar el pasado miércoles?
http://empleadospublicosmalaga.wordpress.com/2012/11/19/empleados-publicos-cuantos-sobran-vozpopuli-18-de-noviembre/
En mi opinión, el fondo del asunto es muy acertado en el contenido, pero no en la forma. El descontento es general en los ciudadanos españoles, a la vista esta. Pero no se puede unir a un momento politico concreto. El problema se basa en un problema de mas calado, como por ejemplo el desentusiasmo por la politica, la cual no responde a los problemas reales que presenta nuestra sociedad, simplemte se dedica a prachear los problemas, en vez de atajarlos por completo.
ResponderEliminarLa Administración es uno de esos problemas, la cual necesita una restructuración importante, la cual no se llevara a cabo por la impopularidad de las medidas necesarias para conseguir corregir este problema.