lunes, 16 de diciembre de 2013

REFLEXIÓN PERSONAL DE ALEJANDRO ROMERO BARÓN.

El liderazgo considero es una cuestión fundamental e imprescindible dentro de las organizaciones, y que se encuentra estrechamente relacionado con la motivación.

Por ello, el líder debe ser el encargado de motivar a aquellas personas que tiene a su cargo para la realización de actividades encomendadas con el fin de conseguir los objetivos de la organización.

Además, un buen líder debe saber anticiparse a los problemas y estudiar los cambios, que en un futuro serán necesarios para poder superar los problemas que se le vayan presentando y así mantener el compromiso de los empleados a su cargo. Todo esto hace que  el líder sea una figura necesaria en las organizaciones.
En nuestro sector público se puede apreciar la creciente desmotivación del funcionario a la hora de ejecutar sus funciones o los incumplimientos de sus jornadas laboras. Todo ello son situaciones cotidianas en nuestra administración y que rara vez se le imponen las correspondientes sanciones para que se eviten su repetición. ademas de la falta de alicientes y recompensas que inculquen al funcionario una razón para ejercitar de manera eficaz y eficiente las tareas encomendadas.

Por tanto creo que este problema se sitúa en la falta de unos directivos capacitados profesionalmente para afrontar esta situación, ya que la mayoría de personas seleccionas para estos puestos son más por temas político o bajo el criterio de la libre elección (“elección a dedo”).

Mientras que la Administración no cambie esta situación y elija de manera adecuada a sus lideres, los cuales sean capaces de inculcar a sus empleados los valores y el nivel de compromiso necesario, para que estos realmente estén motivados y alcancen un buen nivel de rendimiento, esta será siendo ineficaz e ineficiente, y no se estará ofreciendo el mejor servicio posible a los ciudadanos.


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