Las distintas administraciones establecen el pago de unos
complementos de productividad periódicos a sus empleados. Sin ningún lugar a
dudas, la percepción de un complemento salarial vinculado a la productividad
del trabajador actúa como estímulo en el trabajo, pero, realmente, ¿se consigue
este efecto en todos los casos?
En primer lugar, comentar que el cálculo de la cuantía
queda a la discreción de los responsables de los funcionarios. Esto plantea los
siguientes problemas:
§ Disparidad de criterios entre
trabajadores a cargo de distintos responsables. Lo cual frecuentemente incurre
en agravios comparativos, que lejos de motivar al trabajador, frecuentemente
ejerce el efecto contrario.
§ Falta de objetividad en la
elaboración de los criterios por parte de algunos responsables de trabajadores.
En ocasiones, se pueden establecer criterios que puedan perjudicar o favorecer,
de forma más o menos intencionada, a unos trabajadores frente a otros. Y lo que
es peor,
§ Temor por parte de los responsables
de los trabajadores a establecer algún criterio que pueda enemistarle con sus
subordinados. Frecuentemente, algunos responsables establecen criterios del
tipo "incentivo fijo" (sea el máximo, el mínimo, o un valor
intermedio) para todos los trabajadores, buscando de esta forma no ganarse la
enemistad de ninguno de sus empleados.
En segundo lugar, asumiendo que se llegase a
establecer algún mecanismo homogéneo de evaluación y remuneración de la
productividad para todos los trabajadores que desempeñan el mismo tipo de
función, estos criterios habría que elegirlos con mucho cuidado y cautela, y
siempre contando con diversos agentes (personal de la administración,
ciudadanía) pues podrían dar lugar a situaciones muy delicadas. Por ejemplo:
·
Entre
el colectivo de los cuerpos de seguridad ¿cómo se mediría la productividad?
¿por número de detenciones? ¿por número de denuncias resueltas? ¿podría esto
último conducir a que los funcionarios de policía diesen prioridad a las
denuncias de solución más fácil? (es por cierto de esta forma como se hace en
la policía nacional).
·
Entre
el colectivo del personal sanitario, ¿cómo se mediría la productividad? ¿Por
número de pacientes atendidos? ¿Podría esto llevar a una degradación del
servicio al disminuir los profesionales el tiempo dedicado a cada paciente para
conseguir un mayor número de atenciones? ¿Por coste de los tratamientos?
¿Podría esto llevar a que los médicos fuesen reacios a recetar determinados
medicamentos caros?
Como conclusión, el incentivo de los funcionarios públicos
mediante el pago de complementos de productividad es algo necesario y deseable,
pero los mecanismos por los que el cálculo de la cuantía de esta retribución se
calcula, son extremadamente delicados, si se desea conseguir el objetivo de
incentivar al trabajador.
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