sábado, 28 de diciembre de 2013

REFLEXIÓN SOBRE INCENTIVOS Y PRODUCTIVIDAD EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Reflexión personal de Mª CARMEN GARZÓN SÁNCHEZ


Las distintas administraciones establecen el pago de unos complementos de productividad periódicos a sus empleados. Sin ningún lugar a dudas, la percepción de un complemento salarial vinculado a la productividad del trabajador actúa como estímulo en el trabajo, pero, realmente, ¿se consigue este efecto en todos los casos?

En primer lugar, comentar que el cálculo de la cuantía queda a la discreción de los responsables de los funcionarios. Esto plantea los siguientes problemas:

§  Disparidad de criterios entre trabajadores a cargo de distintos responsables. Lo cual frecuentemente incurre en agravios comparativos, que lejos de motivar al trabajador, frecuentemente ejerce el efecto contrario.

§  Falta de objetividad en la elaboración de los criterios por parte de algunos responsables de trabajadores. En ocasiones, se pueden establecer criterios que puedan perjudicar o favorecer, de forma más o menos intencionada, a unos trabajadores frente a otros. Y lo que es peor,

§  Temor por parte de los responsables de los trabajadores a establecer algún criterio que pueda enemistarle con sus subordinados. Frecuentemente, algunos responsables establecen criterios del tipo "incentivo fijo" (sea el máximo, el mínimo, o un valor intermedio) para todos los trabajadores, buscando de esta forma no ganarse la enemistad de ninguno de sus empleados.

En segundo lugar, asumiendo que se llegase a establecer algún mecanismo homogéneo de evaluación y remuneración de la productividad para todos los trabajadores que desempeñan el mismo tipo de función, estos criterios habría que elegirlos con mucho cuidado y cautela, y siempre contando con diversos agentes (personal de la administración, ciudadanía) pues podrían dar lugar a situaciones muy delicadas. Por ejemplo:

·         Entre el colectivo de los cuerpos de seguridad ¿cómo se mediría la productividad? ¿por número de detenciones? ¿por número de denuncias resueltas? ¿podría esto último conducir a que los funcionarios de policía diesen prioridad a las denuncias de solución más fácil? (es por cierto de esta forma como se hace en la policía nacional).

·         Entre el colectivo del personal sanitario, ¿cómo se mediría la productividad? ¿Por número de pacientes atendidos? ¿Podría esto llevar a una degradación del servicio al disminuir los profesionales el tiempo dedicado a cada paciente para conseguir un mayor número de atenciones? ¿Por coste de los tratamientos? ¿Podría esto llevar a que los médicos fuesen reacios a recetar determinados medicamentos caros?

Como conclusión, el incentivo de los funcionarios públicos mediante el pago de complementos de productividad es algo necesario y deseable, pero los mecanismos por los que el cálculo de la cuantía de esta retribución se calcula, son extremadamente delicados, si se desea conseguir el objetivo de incentivar al trabajador.

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