Un 10% de jóvenes ha sido rechazado para un trabajo
por su perfil en redes sociales
Un
estudio ha demostrado que uno de cada diez jóvenes ha sido rechazado para un
trabajo debido a su perfil en las redes sociales. A pesar de ello, dos tercios
de los encuestados no se preocupan de que sus perfiles puedan dañar sus
expectativas laborales y desisten de cambiar o modificar su contenido en las
redes sociales.
El
estudio realizado por Young People's Consumer Confidence (YPCC) ha
analizado a 6.000 jóvenes de entre 16 y 34 años en
seis países diferentes para evaluar que impacto de los medios en sus carreras
como profesionales. Cada vez es más frecuente que las empresas investiguen las
redes sociales de los candidatos a un determinado puesto de trabajo.
Muchas
veces esto puede ir en contra de los posibles candidatos ya que
analizando sobre todo las fotos, las empresas llegan a descartarlos
para un puesto. El estudio revela que los jóvenes son más propensos a crear y
modificar su perfil para quedar bien y gustar a sus amigos en lugar de hacerlo
en base a los posibles empresarios que contratan. Se necesita una mejor
educación de los efectos de las redes social, para garantizar que los
jóvenes no hagan todavía más difícil la posibilidad de encontrar empleo. A
pesar de ello los jóvenes siguen teniendo confianza en sí mismos.
En China
y Nigeria es donde se dan niveles de confianza más elevados, seguidos
de cerca por Brasil e India. La confianza en los mercados en crecimiento está
impulsada por su optimismo en las perspectivas de empleo futuro. El 88
por ciento de los encuestados en el estudio, tiene la convicción de
que recibirán una mejor educación que la de sus padres frente a sus colegas en
mercados desarrollados que tienen esta misma opinión en un 64 por ciento de los
casos.
El
89 por ciento de los jóvenes de los mercados menos desarrollados también está
más seguro de ganar un salario más alto que el de sus progenitores,
en tanto que el porcentaje de los jóvenes en los mercados desarrollados es del
60 por ciento. En definitiva, el estudio revela que los jóvenes son optimistas
en cuanto a su futuro laboral, pero que pese a que está demostrado que las
empresas pueden no contratar por los perfiles de las redes sociales. Este no
parece un tema que preocupe demasiado y sólo una tercera parte de los
encuestados estaría dispuesto a hacer algo para cambiar esto.
Comentario realizado por Jose María Vicente Navarro.
ResponderEliminarMe parece perfecto que los jóvenes no modifiquen sus perfiles en redes sociales por los efectos que éstas pudieran tener sobre las posibilidades de encontrar trabajo. Además, creo que, en vez de educar sobre los efectos de las redes sociales en este sentido del trabajo, lo verdaderamente necesario es una educación básica desde la niñez libre de prejuicios para que sean los propios empresarios los que no descarten a los jóvenes candidatos por fotos que puedan tener en la red. Y me refiero a que los jóvenes sean descartados para los puestos de trabajo por fotos en las que salgan vestidos de una forma determinada, en sitios que no gusten al contratante, que pongan de manifiesta la ideología política o religiosa, etc.; porque hay casos extremos en los que las fotos sí pueden decir mucho de las personas. Sin embargo, creo que descartar a alguien por su perfil en una red social puede ser un gran error y se pueden perder excelentes trabajadores y trabajadoras por los prejuicios o la mente cerrada del empresario.
En definitiva, considero que esto de las redes sociales y sus efectos en el mercado laboral es un problema casi siempre del que busca contratar, y no del que pretende ser contratado.
Noticia comentada: http://dirpersonasyadmonpublica.blogspot.com.es/2014/01/noticiaun-10-de-jovenes-ha-sido.html
Comentario realizado por Víctor Guzmán Tirado
ResponderEliminarAceptar o rechazar a una persona para un trabajo en función de su perfil en el ámbito de internet, me parece descabellado, así como un traspaso de los límites pertenecientes a la vida privada del sujeto. Y esto así porque cada persona tiene la cualidad de comportarse de manera diferente en cada ámbito de su vida, no teniendo que afectar el sector personal al laboral, teniendo que ser valorado este último en la conquista del trabajo, es decir, evaluando la entrevista personal y el currículum.
Si a esto añadimos que de un perfil de red social no podemos extraer conclusiones concluyentes hacia el aspirante al puesto, ya que se trata de una exposición superficial de imágenes y comentarios encaminados a un fin personal, podemos concluir que se trata de un absurdo, por lo que estoy totalmente de acuerdo con mi compañero José Navarro.
En mi opinión , no es relevante la foto de perfil para que puedas ser contratado o no serlo.Es un pensamiento extremista, es cierto que una imagen vale mas que mil palabras, pero no nos confundamos, estamos hablando de trabajo y desde luego no sabes cuanto de cualificado esta esa persona o no lo esta por su foto de perfil. Para eso existe la fase de prueba y contrato en practicas.
ResponderEliminarOpino que nosotros lo jóvenes no tenemos que modificar u ocultar la información que queremos publicar en una red social por la posibilidad de conseguir un trabajo. Pero creo que es necesario que nos inculquen desde pequeños el peligro que conlleva que cualquier persona pueda ver nuestro perfil en una red social y saberlo todo de nosotros, ya no solo para conseguir trabajo, sino también para nuestra seguridad.
ResponderEliminarPara mí, una solución es vigilar el nivel de privacidad de las publicaciones que hacemos en una red social para que nadie, que nosotros no deseemos, pueda acceder a esta información, de esta manera las empresas no podrán acceder a nuestra pagina y sacar información para decidir si contratarnos o no.
Me parece bien que la gente tenga confianza en la posibilidad de encontrar trabajo y no dejen de publicar las fotos que quieran por lo que pudiera pasar. Las persona tenemos una vida privada y fuera del horario laboral podemos hacer lo que nos plazca, le parezca bien o no a la empresa. Y si ademas queremos publicarlo en una red social no lo debemos ocultar. Una empresa privada no es el organismo que debe juzgar la forma que tenemos los jóvenes en pasar nuestro tiempo libre.