En
países europeos, la figura del funcionario público es respetada y valorada, y en consecuencia se le reconoce su destacada
contribución al Estado de Derecho. Difiere del concepto que tiene la opinión pública
de nuestro país, bastante influenciada por los líderes políticos, esos que a su vez
son los dirigentes, y por lo tanto responsables de la Función Pública.
Se hace difícil comprender, que no habiendo participado
en el festín, en época de <<vacas gordas>>, seamos ahora los que
estamos <<pagamos el pato>>. Es de entender que mientras nuestros
dirigentes propugnan medidas de cara al <<populacho>>, como aumento
de jornada, reducción de retribuciones, supresión de paga, y otros complementos,
etc. Sirva de cortina de humo para distraer la atención de los verdaderos
problemas del país y de los responsables que no han llevado a esta situación.
Sería
necesario para la mayor eficiencia y eficacia de la administración pública, que
se tomen en serio Lo Público que es de todos, y apliquen entre otras, medidas
efectivas para motivar a los empleados públicos y poder conquistar el prestigio
perdido, tales como: a) Complementos de productividad, aplicados con criterios
de imparcialidad, objetividad, eliminado aptitudes arbitrarias y favoritismos
internos. b) Desarrollo de una carrera administrativa, basada en los principios
de meritos y capacidad, eliminando el acceso por libre designación, evitando el
ascenso por simple antigüedad e introduciendo exámenes para determinados puestos.
c) Revocación de las competencias
derivadas a los entes instrumentales con fines partidistas. d) Aplicación del régimen
disciplinario a fin de evitar conductas de los que se sienten protegidos, y
estás pudieran contaminar al resto que desempeñan fielmente su labor. e)
Dotación de medios para la desarrollar su labor dignamente. f) Formulas de participación
e interlocución con la dirección, etc..
Es
lamentable, que en la situación de crisis actual no se valore y por lo tanto aproveche,
el gran activo humano que posee la Administración, con un merito demostrado,
teniendo tanto que dar y aportar, e injustamente tratados. Sólo recurren a
nosotros como caja de ahorros.
Autor:
Juan J. Soto
De acuerdo con mi compañero, pienso que se debería de valorar mucho más al funcionariado público, y no ser el cuerpo siempre atacado,ya sea por recorte o por críticas en cuento a su productividad etc.Tenemos que recuperar el prestigio perdido y adoptar medidas para la motivación interna.Medidas que alejen un poco el desempeño de los funcionarios de las decisiones políticas y activen su objetividad para poder tener un cuerpo funcional respetado y valorado como en otros países europeos.
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