Opinión personal de Juan Alaminso
Cacace
Voy a dar mi
opinión sobre los distintos modelos de función pública, pero antes de ello
tengo que explicar cuáles son y sus características principales.
Por un lado
está el sistema abierto o de empleo. Este sistema está basado en normas de
derecho privado y centrado en garantizar la rentabilidad, coste y eficacia de
los servicios públicos. requiere la existencia de un inventario de puesto s de
trabajo, siendo la tarea de la Administración seleccionar las personas
adecuadas para cubrirlos. La relación entre la Administración y sus empleados es
contractual y laboral. No existe garantía de permanencia es garantía de permanencia
en el empleo de los servidores públicos, tampoco se hace necesario regular los
rasgos y características de la carrera administrativa.
Por otro
está el sistema cerrado o de carrera, asentado sobre normas de derecho público,
quedando los factores de coste y rendimiento subordinados a las necesidades
del interés general. Tras ingresar en la
Administración Pública las personas se integran en un cuerpo general o especial.
En el mismo se asciende de nivel por merito, antigüedad o capacidad. La relación
de empleo suele ser permanente. Presenta una mayor rigidez a causa de la
dificultad para prescindir de los empleados y una marcada tendencia hacia la burocratización.
La relación de la Administración con los empleados es administrativa.
Una vez
expuestos los dos sistemas mi opinión es que es más ventajoso el sistema
cerrado porque considero que la Administración necesita un cuerpo de empleados
que sea permanente para que estén capacitados para enfrentarse a todas las
cuestiones que se puedan plantear día a día. Los empleados públicos no deben ir
cambiando conforme cambia el Gobierno del país porque no tendríamos una
Administración Pública especializada y profesional, lo que sería, en palabras
más coloquiales, una administración de baja calidad. Para que una persona sea
capaz de especializarse verdaderamente en un sector tan importante como el de
la función pública necesita tiempo y no me parece viable que se les remueva con una decisión política si
lo que queremos es una buena administración.
También con
respecto a los sistemas de acceso a función pública creo que es también el
cerrado porque considero que para trabajar al servicio de los ciudadanos se
necesitan a los mejores candidatos, y aparte
de serlo tienen que demostrarlo sometiéndose a unas duras pruebas de acceso y
aún así ser de los 50 mejores de 5000 personas presentadas como pasa en ciertos
casos. También es verdad que ciertas personas tienen mucha capacidad para
estudiar pero no son buenas ejerciendo
la profesión que tienen, pero creo que estas personas son menos numerosas que
las que habría sin ser adecuados en un sistema abierto, o sea, considero mejor
``filtro´´ de personas no aptas para el puesto el sistema cerrado que el
abierto.
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EliminarEs cierto lo que se trasluce en la reflexión personal del Sr. Alaminos Cacace. Efectivamente podemos estar totalmente de acuerdo en que la esencia de la función pública es la de servir con objetividad a la colectividad y sin estar sometidos a las veleidades del político de turno. Y como consecuencia directa, la de seleccionar a aquellos que mejor puedan servirla. Pero... ¿todos los funcionarios deben ser funcionarios?. Me explico. Completamente de acuerdo que los gestores públicos (medios y altos cargos) deberían tender a la excelencia técnica y profesional y, además, contar con ese plus de salvaguardia e inamovilidad. Pero, ¿por qué diantres el personal menos cualificado debe ser inamovible?; ¿por qué un auxiliar administrativo o un conserje debe estar salvaguardados por el poder omnimodo de la Administración?. Precisamente creo, ampliando el comentario, que el sistema de blindajes debe irse reforzando de abajo a arriba y no como ahora, de arriba a abajo, esto es, mayor profesionalización e independencia en los altos y medios cargos, y por contra, menor (empresarialización) en aquellos más básicos del sistema.
ResponderEliminarComentario 1-2
2º Periodo
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