Reflexión sobre el Brainstorming

Reflexión realizada por Eva Mª Buiza

El "Brainstorming", o Lluvia de Ideas, fue la primera entre las técnicas creativas que se aplicaron a la gestión. Alex F. Osborn la puso en práctica en el año 1938 y desde entonces se ha integrado de tal manera en la forma de vida norteamericana que el término ha sido incluido en el Webster´s International Dictionary, definiéndose como: "La práctica de una técnica de conferencia en la que un grupo de personas busca la solución a un problema específico, juntando todas las ideas aportadas en forma espontánea por sus integrantes".

Ante la necesidad de abordar los distintos proyectos, e incluso las tareas más sencillas, la innovación se ha posicionado como el motor en el que se depositan los esfuerzos para promover una salida de la crisis. El Brainstorming, o lluvia de ideas es una potente dinámica en la empresa para cambiar las cosas desde dentro.

Para ponerlo en marcha en una organización hay que hacer que todos los colaboradores miembros integrantes del proceso participen mediante la escucha de sus propuestas y su implicación en la toma de decisiones, no imponiendo sus ideas sino consensuándolas e incentivándolas mediante una evaluación de las mismas, a la vez que incita a la rivalidad de forma pacífica porque hace aumentar la competencia en el trabajo mental, prohibiendo la crítica, muy dada en nuestra sociedad actual y dentro de las organizaciones, para así poder desinhibirse, cualquier persona que participe.

A la vez que resuelve los problemas y genera ideas brillantes, motiva, mediante la invitación a las personas en la participación de cuestiones que tienen que ver directamente con el desempeño de la empresa, por lo que es necesario que esta técnica se implemente en una organización, con miembros de la misma, aunque también pueden intervenir personas externas (clientes potenciales).

Lo cierto es que, en cualquiera de los dos casos, la tormenta de ideas genera gran entusiasmo, ya que invita a poner en juego la creatividad sin límites, un aspecto que muchas personas tienen muy olvidado. La realidad es que son cada vez mas empresas las que llevan adelante este tipo de técnicas, generativas de espacios de reflexión y de creatividad, en pos de lograr beneficios, sin dudas, y luego de este análisis, para ambas partes, ya que no sólo promueve la generación de nuevas ideas, sino que une al grupo, compromete a las personas y estimula, mediante la participación activa en el desempeño de las organizaciones.

Creo que el uso del brainstorming definitivamente sirve para algo. Es de gran utilidad dado que permite dejar salir a la luz todo tipo de ideas (muchas veces descabelladas) que en un grupo “serio” no podrían salir debido al miedo a la burla, entre otras cosas. Y muchas veces lo nuevo es visto de una manera rara. La lluvia de idea, facilita o ayuda a la aparición de nuevas ideas que pueden dar solución a problemas que parecen incontenibles y además tiene el beneficio de fomentar un grupo socialmente estable.