La madurez del buen trabajador
Noticia propuesta por: Manuel Jesús Jiménez
Iglesias
Los expertos reivindican el alto
valor añadido del personal experimentado
Con 45 años aún se tiene casi la
mitad de la carrera profesional por delante / MORSA IMAGES
¿Se acuerdan de
los JASP? El concepto lo popularizó en los noventa una campaña de
publicidad de una conocida marca de coches y vino a encarnar una idea que aún
perdura: la exaltación de la juventud como valor para el trabajo. Pues bien,
muchos de aquellos Jóvenes Pero Sobradamente Preparados han rebasado hoy la
barrera de los 45 años, lo que quiere decir que sus posibilidades de mantener o
encontrar un empleo se han visto drásticamente reducidas. Al menos así lo
indica un reciente informe de Adecco que asegura que sólo el 6,2% de las
ofertas de empleo están dirigidas a este colectivo. Otro estudio, el Informe
Infojobs ESADE del Estado del Mercado Laboral en España, revela que el 73% de
las empresas encuestadas admite no haber contratado a ningún trabajador por
encima de esa edad en el último año.
La idea de que un profesional deja de aportar
valor a partir de una determinada edad es para algunos expertos un
disparate. “¿Acaso no son valiosos Francisco González, Valentín Fuster o
Margarita Salas?”, se pregunta Juan Francisco San Andrés. Este consultor
independiente en productividad, organización y factor humano piensa que “es
necesario cambiar creencias como que las personas son un valor amortizado a los
50 años, una falacia que de tanto repetirse muchas empresas y trabajadores han
acabado creyendo”. Para Josep Ollonarte, director de Randstad Professionals en
Cataluña, los perfiles senior son un valor indiscutible en las compañías. “Más
allá de su experiencia o del conocimiento de su puesto, pueden aportar su
visión sobre modos de trabajo, valores o resolución de problemas”, asegura.
Diversidad de perfiles
Suele hablarse de la diversidad de
perfiles como una de las claves del éxito en la empresa de hoy. Aunque no todas
parecen tenerlo tan claro. Según el último informe internacional de tendencias
en RR HH
2015 de Randstad Professionals, solo un 31% de las organizaciones españolas
confirman estar preparadas para gestionar la planificación de una plantilla con
varias generaciones. Jaume Gurt, presidente de
Infojobs, recuerda que mucho talento senior muy valioso ha sido
reemplazado por gente más joven durante la crisis. Y no siempre con buenos
resultados. “Los jóvenes son ambiciosos, vienen con la aureola de estar muy
bien preparados y son más baratos. Pero la generación baby boom tiene
asociados una serie de valores que les hace destacar en cuestiones como
liderazgo, toma de decisiones o capacidad de persuasión. Si esas habilidades
son importantes para tu compañía, puede ser un gran error prescindir del tipo
de trabajadores que mejor las representan”, comenta.
El invierno demográfico
Las estadísticas oficiales hablan
de más de 1.700.000 parados mayores de 45 años en España. Una realidad que
choca con el progresivo envejecimiento de la población y el incremento de la
esperanza de vida. Y un panorama que nos aboca a lo que el presidente de Empleo
Senior, Luis Capella, califica como ‘genocidio laboral’ y un claro caso de
discriminación por razón de edad en España. “Empezó con los mayores de 45 años,
pero ya hay muchos casos de discriminación a partir de los 40. Es una situación
ilegal, que niega a estos ciudadanos derechos reconocidos en la Constitución, y
que, por tanto, es un delito”, denuncia.
Carlos Prieto, profesor de
Sociología Industrial de la Universidad Complutense de Madrid, considera que
hay una cierta “obsesión por los problemas de la juventud a nivel social,
mientras que la madurez en fase de decadencia no es apreciada”. Y sin embargo,
añade, quienes están en peores condiciones, en términos relativos, son los
mayores. “Muchos tienen cargas familiares y el hecho de no tener trabajo les
pesa como una losa. A veces se ven obligados a aceptar empleos muy precarios.
Los jóvenes tarde o temprano encontrarán empleo, porque si ellos no tienen
porvenir, la sociedad en su conjunto no tendrá porvenir. Pero para una persona
mayor el futuro no está asegurado”.
Escaso nivel de idiomas, brecha
tecnológica y falta de flexibilidad son algunas las razones que las empresas
aducen para no contratar a los trabajadores mayores. Unos sambenitos que desde
la asociación Empleo Senior rechazan de plano. “Cuando una persona mayor de 45
años se queda en paro, uno de sus primeros esfuerzos es reciclarse. Y tampoco
es cierto que no tengan flexibilidad. Al contrario, están muy dispuestas a
adaptarse a todo tipo de horarios y hasta a cambios de residencia con tal de
trabajar”, asegura su presidente, Luis Capella. Otros expertos, en cambio, sí
ven margen de mejora en la empleabilidad de estos profesionales. Marta Díaz
Barrera, socia-directora de Talentoscopio, aconseja “mantenerse al día de lo
que ocurre en el mercado, en el entorno y en distintos sectores, no solo en el suyo.
La formación constante y la inquietud por aprender no deben olvidarse nunca”.
Tener la flexibilidad suficiente
para aceptar cambios de papel o de funciones puede ser esencial para seguir en
la brecha del empleo. Para Encarna Maroño, directora de
Recursos Humanos de Adecco, es preciso un cambio de mentalidad en
los senior. “La persona mayor que busca empleo debe abrir su mente, asumir que
es muy posible que no encuentre un trabajo como el que tenía antes, en una
empresa como en la que estaba y con el mismo salario”. En ese nuevo escenario,
fórmulas como el emprendimiento, el mentoring o el interim management son otras
vías en las que estos profesionales pueden demostrar su valía.
Los retos laborales para los
mayores de 45 años no sólo los afrontan aquellos que buscan empleo. Quienes
están en activo también deben lidiar con nuevas formas de trabajar, tecnologías
punteras y el empuje de las nuevas generaciones. “El gran desafío de los
mayores es mantener la ilusión. La clave es no caer en la rutina ni en la
complacencia, porque cuando lo haces pierdes la motivación y el impulso para
mejorar”, comenta San Andrés. Tener un plan de formación y aprendizaje,
participar en foros profesionales, mantener una actitud humilde y colaborativa
y evitar caer en la tentación de pensar que ya dominas la profesión son algunas
de las recomendaciones que los especialistas hacen a este colectivo. “Con 45
años aun se tiene casi la mitad de la carrera por delante. Hemos de pensar en
nosotros como en progreso permanente y no en declive”, afirma San Andrés.
Pero ese cambio de mentalidad que
se pide a los trabajadores mayores también cabe exigirlo a las empresas. Maroño
reclama que sean “un poco más valientes y no se obcequen en los perfiles
estándar de hombre joven recién titulado, mujer a media jornada, etc. No mirar
a los profesionales únicamente en función de una serie de etiquetas como la
edad”. Por su parte, Gurt resalta cómo algunas de esas empresas que renunciaron
a su talento senior durante los años de ajustes ya están rectificando. “No se
han dado cuenta de lo que tenían hasta que lo han perdido. Las empresas tienden
a evaluar a los trabajadores en función de indicadores, pero hay intangibles
que no es capaz de reflejar ningún parámetro económico. Conocimiento del
sector, de los clientes, fidelidad a la empresa… Esos hilos invisibles son como
el amor de una familia: no se pueden ver, pero están ahí”.
Noticia originalmente
publicada en: http://economia.elpais.com/economia/2015/12/03/actualidad/1449139628_007766.html
noticia comentada por Elena Mellado Cambron
ResponderEliminarBuenas noches compañero estoy encantada con su noticia puesto que me parece genial romper con la barrera que la mayoría de las empresas tienen en contratar a personas de edad "avanzada". La sociedad avanza y esto produce muchos cambios tanto en la esperanza de vida, como en la manera de formarse puesto que hace ya unos años era raro la persona titulada pero hoy en día es todo lo contrario. Podemos observar como hay personas que no solo les basta con una carrera si no que optan por hacer dos y aparte algún que otro máster. Esto provoca que la edad de inicio en una profesión sea mayor, pero no por ello peor.
También ha influido muchísimo el tema de la crisis que ha sufrido nuestro país, puesto que muchas empresas se han beneficiado y han despedido a personas para contratar a otras mas jóvenes (como por ejemplo los "falsos" becarios) beneficiándose,ya que por el sueldo de un empleado pueden ahora pagar a dos. Esto ha hecho que muchas personas mayores se vean en situación de desempleo.
Sinceramente no entiendo la negativa de contratar a este sector de la población ya que gracias a sus años de experiencia están mas preparadas y por ello deberían estar mas valoradas. Todavía le quedan un largo recorrido profesional y es una pena que las empresas se pierdan estas joyas solo por mirar su edad.