viernes, 11 de diciembre de 2015

REFLEXION PERSONAL POR ALEJANDRO DOMINGUEZ MESA

Alejandro Domínguez Mesa

ÉTICA PÚBLICA Y CORRUPCIÓN POLÍTICA.

Buenos días, me gustaría tocar un tema de interés general y más aún en los tiempos que vivimos actualmente, donde es raro encontrarse algún partido político, por poner un ejemplo, que no tenga en sus filas algún militante corrupto.

 Esto lo veo un serio problema, como personas las cuales están hartos de que les hagan recortes en sanidad, en educación y un largo etcétera, trabajadores con muchas más de 40 horas semanales escondidas bajo la denominación de "horas extras", que podría decirse que se está literalmente explotando este país y a sus ciudadanos en situación activa en lo que a empleo nos referimos. Cabe señalar que éstos pagan unos impuesto exagerados y que dichos impuestos, por muy desmotivador e injusto que parezca, gran parte salen en sobres repartidos "bajo cuerda" a tantas personas considerados empleados públicos, que a veces no se acuerdan que con el dinero que "juegan" es el de todos los españoles.

 La existencia de leyes y órganos de control que obligan a la fiscalización de la Administración Pública y regulan la responsabilidad de los funcionarios públicos y los derechos de los ciudadanos para informarse, son mecanismos necesarios, pero no suficientes para combatir la corrupción. A pesar de que los empleados públicos conocen sus derechos, obligaciones y prohibiciones, tanto en el campo ético como jurídico, el problema principal estriba en que los órganos de control a veces no controlan y las leyes no se cumplen. Tanto en el ámbito público, como en el privado, han de primar la lealtad y respeto para con las instituciones y las normas vigentes.

 La corrupción no solo debemos mirarla desde el punto de vista económico, es decir, los que roban dinero de las arcas del estado, sino también el tráfico de influencias, el por que una persona que cuenta con los contactos necesarios es seleccionada para realizar una obra para la administración ocupando el puesto de alguna empresa la cual sería más competente tanto económica como logísticamente, o como un alcalde llega a dicho puesto de una forma nada legal.

 Hasta aquí mi reflexión personal, un saludo.

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