miércoles, 2 de diciembre de 2015

Noticia publicada por Antonio Gallardo García


La compañía de Recursos Humanos, Adecco, en colaboración con los investigadores de Barceló & Asociados, ha presentado el estudio 'Movimientos migratorios en España 2008-2014', que analiza, tomando como referencia datos del INE, los movimientos migratorios de los últimos años que afectaron al mercado laboral, es decir, los relativos a personas en edad de trabajar, con franjas de edad entre 15 y 64 años.
Según este informe, el número de españoles que emigró (ya fuese hacia otros países o a otras autonomías) se ha mantenido relativamente constante a lo largo de los últimos siete años, entre 230.000 y 240.000 personas por año, siendo el año 2009, cuando se registró una mayor pérdida de puestos de trabajo (-1,2 millones de empleos), el que exhibió el menor número de emigrantes (230.400 personas).
Lo que sí aumentó durante la crisis, según el informe, fue el número de extranjeros que decidieron emigrar. En 2008 sumaron 343.500 personas, cantidad que se fue incrementando hasta llegar a 501.100 personas en 2013 (+45,9%). Es decir que, en el caso de los extranjeros que viven en España, la situación económica sí ha sido un factor clave en su decisión de emigrar o permanecer.
Nueve de cada diez personas que emigraron al exterior eran extranjeros. En los últimos siete años se fueron de España un total de 184.700 españoles, frente a 2,2 millones de extranjeros. En 2014, los españoles que emigraron al exterior sumaron 35.300 personas, por 304.000 extranjeros que hicieron lo propio.
En cuanto a la emigración entre autonomías, ésta tiene características opuestas a la emigración al exterior. Además de seguir una tendencia decreciente, está protagonizada por los españoles. De los 2,2 millones de personas que se movieron de una autonomía a otra durante la crisis, 1,5 millones eran españoles y 715.200 extranjeros. En otros términos, 2 de cada 3 emigrantes internos a lo largo de la crisis eran españoles.
En lo que se refiere a la inmigración, más del 95% de las personas que entraron en España en cada uno de los últimos siete años eran extranjeros, mientras que el resto eran españoles que retornaron. Pese a la crisis, el número de españoles retornados se mantuvo estable hasta 2013, con entre 10.500 y 12.400 personas por año. En 2014, el número de retornos se elevó hasta las 14.400 personas.
La emigración de extranjeros hizo que el saldo migratorio pasara de ser positivo en 2008 (+243.500 personas) a negativo en los años posteriores. El impacto de la crisis fue más importante como moderador de las entradas (se redujeron en 269.000 personas/año entre 2008 y 2013) que como impulsor de las salidas (crecieron en 200.000 individuos/año). 
Adecco ha destacado, por último, los principales flujos entre autonomías. Los que resultaron cuantitativamente más importantes son las 94.000 personas que a lo largo de los últimos siete años se fueron de Castilla-La Mancha a Madrid, seguidas por las 62.900 que se marcharon desde Andalucía hacia Madrid.

1 comentario:

  1. Comentario redactado por Francisco Javier Martín Argüez

    Buenas compañero, tu noticia me parece muy buena, ya que trata de un tema que es actualidad. La crisis ha afectado de una manera muy virulenta a la mayoría de las personas, por lo que el empleo ha sido uno de los ámbitos más afectados. La emigración, desgraciadamente, es un tema que día tras día, las familias españolas sufre debido dicha crisis, que hace que mucha gente, sobre todo jóvenes muy bien preparados y cualificados, a falta de una oportunidad en España, tenga que hacer la maleta y se marchen a otra países en busca de la oportunidad esperada. Este hecho refleja la desidia del aparato gubernamental de España por no intentar retener al futuro de nuestro país, ya que la juventud es la más y mejor preparada de la historia, con capacidad de resolver problemas y de un dominio de la situación que pocas veces se ha tenido en cuenta en las anteriores generaciones.

    Junto a esto, la inmigración de personas procedentes de los países latinoamericanos y magrebíes sustentaban un poco la emigración que sufríamos, pero era una pérdida de beneficio ya que emigraban gente muy capaz y con unos estudios superiores e inmigraba gente como mano de obra, la mayoría sin unos estudios superiores. Tal hecho hace que la desidia de los gobiernos españoles en tema educativo y la burbuja inmobiliaria, que produjo esos cantos de sirena para que día tras día muchas personas se jugaran la vida en busca de un futuro mejor.

    Este hecho ha cambiado y hemos de ser consecuentes de que somos un país que seguimos acuciando una crisis que ha devastado nuestro tejido económico, generando un problema social y estructural. Muchas gracias compañero por exponer esta situación que se repite muy a menudo. Felicidades por tu noticia, un saludo.

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