Reflexión personal realizada por Daniel Tejera González
En mi reflexión personal me gustaría hablar sobre la motivación externa o extrínseca, definida como aquella motivación que se da cuando se trata de despertar el interes motivacional de la persona mediante recompensas externas, como por ejemplo dinero, beneficios sociales, incentivos, promociones o ascensos,... Todas hacen que el trabajador se encuentre satisfecho en su trabajo.
El objetivo de cualquier trabajo es lograr unas metas o tareas, la motivación externa es el factor ajeno que nos impulsa a completar ciertas tareas o cumplir metas de determinada manera para lograr el ansiado "premio" y no porque realmente nosotros queramos hacerlas.
Este tipo de motivación puede ser positiva, como ya hemos visto, con la obtención de premios o recompensas, o puede ser negativa. La motivación positiva es la que nos lleva a realizar nuestro trabajo o tarea con interés y alegría, mientras que la motivación negativa es cuando por miedo, temor o necesidad debemos hacer cosas que no deseamos hacer. En ocaciones el trabajador se ve obligado a cumplir con una serie de tareas por temor a represalias de su jefe, lo que podría suponer el despido, y el no ser despedido es en sí una propia fuente de motivación.
Cualquiera de estas dos motivaciones, serán capaces de impulsar a hacer ciertas cosas que podrán ser de tu beneficio, aunque es mucho más recomendable que sea tu propia motivación, es decir, la motivación interna, la que te mueva hacia la dirección deseada y que te enfoques en obtener placer en vez de evitar el dolor.
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