jueves, 10 de diciembre de 2015


REFLEXIÓN , por parte del alumno ; Manuel Cortés Álvarez  de Recursos Humanos

ÉTICA EN LA ADMINISTRACIÓN PUBLICA




"El ser humano es un animal; un animal que posee la habilidad de reflexión, análisis y deliberación. Dones que se basan en la capacidad de percepción, la inteligencia y el pensamiento. El desarrollo conjunto de tales elementos permite al hombre alcanzar un nivel o grado tal que le capacita para discernir lo que es correcto de lo que no lo es. Podemos decir que el ser humano va formando su conciencia gracias a la deliberación. Desarrollo o formación de la conciencia que le permite obtener comprensión y entendimiento. "

Este fragmento estraido de los apuntes me hace reflexionar lo positivo del ser humano , por ello no entiendo que hoy en día , haya tanto egoísmo , desigualdad , poca empatía , corrupción ,

En la Administración pública la ética se orienta a tratar de hacer que las personas que ocupan un cargo público lo hagan con diligencia y honestidad, sobre la base de la razón humana, la conciencia, la madurez de juicio, la responsabilidad y el sentido del deber.

Una adopción verdadera de la ética exige un profundo cambio de concepción, de actitud psíquica, de mentalidad, que impida pensamientos corruptos. Por ello, la ética pública ha de centrarse en los actos humanos de los encargados de desempañar la función pública, con el objeto de tratar de conseguir la rectitud moral de los mismos.
 Pero el reto de la ética pública no es únicamente el establecimiento de los valores sino su interiorización en las personas. Conocer cuáles son los valores éticos deseables es relativamente fácil; lo que resulta difícil es hacer factible el deber ser en la práctica diaria, en suma, tratar de erradicar los vicios. Es importante encontrar algún modo para concienciar al servidor público sobre la importancia de mejorar su actitud por el bien del servicio público" por ello no entiendo como puede pasar esto en nuestro país como por ejemplo ;

La trama Gürtel, la cuenta multimillonaria de Luis Bárcenas en Suiza y las acusaciones de qué este abonaba presuntamente sobresueldos en dinero negro a dirigentes populares copan hoy la atención, pero no constituyen, ni mucho menos, un caso puntual. Al contrario, el listado de tramas de corrupción no ha parado de crecer en los últimos años, sacando a la luz las madejas tejidas durante los años de bonanza y que la grave crisis económica ha ayudado ahora a aflorar.

El caso de los EREs falsos en Andalucía (sin olvidar la operación Malaya); las tramas de Palma Arena y Nóos, entre cuyos implicados más relevantes se encuentran el expresidente balear Jaume Matas y el yerno del Rey, Iñaki Urdangarín; o los episodios Pallerols y Palau de la Música en Cataluña, que han golpeado de lleno la imagen de dirigentes y exdirigentes nacionalistas, incluida la familia Pujol, 

Esto no hace más que "desprestigiar" la democracia
















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