miércoles, 15 de octubre de 2014

El Gobierno prevé ligar el salario de los funcionarios a la productividad

Propuesta de noticia por: MªDolores Sánchez Zambrano


El Gobierno tiene previsto negociar con los sindicatos que las futuras subidas salariales de los empleados públicos dejen de estar ligadas a la inflación y pasen a depender de otras componentes como la productividad y la competitividad.

"Las subidas salariales sin más van en contra de la filosofía de desindexación que aprobó en su día el Gobierno por ley", asegura el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, en una entrevista con el diario Expansión.

Según explica, lo que se pretende es avanzar en una evaluación del desempeño que premie "a quienes efectivamente estén trabajando más y a los que sean más productivos".

En opinión de Beteta, este es el gran desafío que tiene para el próximo año y espera que las negociaciones den fruto en torno a junio o julio para que el nuevo sistema retributivo pase el trámite parlamentario antes de que acabe la Legislatura.


Publicado originalmente en:                                                               http://www.elmundo.es/economia/2014/10/10/5437b5f122601d00678b4580.html


5 comentarios:

  1. Comentario realizado por: Marco Julio Expósito Vidal.

    Soy funcionario y lo veo una buena idea, pero a la vez muy peligrosa. El problema de que no se hayan implantado ya modelos de este tipo en toda la Administración Pública es el de la dificultad en la medición de la productividad y la competitividad en gran parte del sector público.

    Por ejemplo, yo hago el Carné Joven Europeo en la provincia de Sevilla, hay días que me vienen 50 jóvenes y otros que me vienen 5 .... ¿mi productividad dependería de si a los jóvenes les da por venir o no a sacarse el Carné Joven?. ¿Con quién competiría yo para poder obtener una mejora en mi salario?.

    No es fácil diseñar herramientas que midan estos conceptos en las Administraciones Públicas, ya que éstas son muy diferentes a las empresa privadas.

    Que sea difícil no quiere decir que sea imposible, pero habría que andarse con pies de plomo a la hora de implantar modelos de este tipo en nuestras Administraciones Públicas, ya que podrían producirse muchas injusticia y un control arbitrario de los logros de los trabajadores públicos. Habría que diseñar claramente quién y cómo se miden estos objetivos, cómo se controla y actualiza esa medición y que variables entrarían en juego.


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    1. Comentario realizado por: MªDolores Sánchez Zambrano

      Yo no soy funcionaria, pero estoy de acuerdo con su postura. Desde mi punto de vista, me parece interesante que la Administración Pública tenga nuevas propuestas para incentivar la productividad en el desempeño de las tareas propias de cada funcionario.

      Aunque como usted bien dice, el problema se encuentra en la dificultad de reducir a datos cuantificables la productividad y la competitividad en gran parte del sector público (como por ejemplo; las tareas que usted desempeña en la Administración).

      Pienso que estas medidas son propias de sector privado, donde el ascenso de puesto como el incremento del salario, vienen dados en base a la productividad propia del trabajador, además de otros factores como la antigüedad en la empresa. Sin embargo, en el sector público tanto el ascenso de puesto como el incremento retributivo están condicionados a una promoción interna de los funcionarios dentro de la Administración, garantizando la igualdad de condiciones a su acceso (obviando posibles casos de “enchufismo”…).

      Por tanto, si estas medidas se trasladaran a la Administración no se podría aplicar a todos los funcionarios en sí mismo. Ya que, las tareas de estos son muy variopintas y la inmensa mayoría de ellas no se pueden cuantificar. Debido a esto, no existiría la igualdad de condiciones entre funcionarios de una misma categoría, porque habría tareas que se podrían cuantificar y otras que no.


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  2. Estoy de acuerdo con Marco el decir que parece una buena idea pero peligrosa. La buena idea, me parece muy simple, desde el punto de vista que lo que llama la atención es ganar más dinero, pero, yo planteo una pregunta. ¿A costa de que? Esta iniciativa de a mayor productividad, mayor ganancia salarial, puede fomentar un clima de competitividad que hasta un cierto punto el bueno, pero llevado al extremo puede ser perjudicial en la oficina de trabajo y hacer de este un sitio al que no quieres ni aparecer.

    Por otro lado se puede plantear, de que este es un país de naturaleza corrupta y no tardarían en salir las artimañas de algunos para ganar sin trabajar.

    Buscando el lado bueno de la iniciativa, yo desde aquí planteo otra idea. ¿Y si en vez de premiar a una persona, se premia a toda una administración? Creo que así si se fomentaría un clima de trabajo entre compañeros y conseguir encontrar una sinergia que aumentara la productividad.

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  3. Realizado por Yolanda González Rojas

    ¿Y por qué no se puede incentivar a la persona que verdaderamente trabaja? Puede que así lográramos que los funcionarios que verdaderamente realizan su trabajo, que están capacitados para ello, volvieran a emocionarse por un trabajo bien hecho y dejaran de estar tan desmotivados como hoy día estamos muchos de ellos.
    Yo soy funcionaria, y lo que no me parece justo es que cuando llegamos a final de mes todos cobramos lo mismo, cuando tienes compañeros que prácticamente no han hecho nada en todo el mes.
    Te piden constantemente un compromiso y dedicación a tu trabajo, ¿pero a cambio de qué?
    Supongo que será difícil medir la cantidad de trabajo que realiza cada uno, pero hemos de llegar a ello. No pienso que sea medir si un día tienes que atender a un cliente o tienes que atender a 50. Pienso que la competitividad y la productividad hay que compararlas con el trabajo que desempeñan otros compañeros en tus mismas condiciones.
    Efectivamente puede llegar a ser perjudicial, pero por qué si el compañero que tienes a tu lado no realiza su trabajo, y no ocurre nada ¿por qué tengo que realizarlo yo? Es que el que una persona no haga su trabajo repercute en el resto, porque al final, el trabajo tiene que salir sí o sí, aunque siempre sean las mismas personas las que se impliquen para ello.
    Pienso que cuando verdaderamente se pongan serios, y comiencen a tocar los bolsillos, muchos funcionarios cambiarán de actitud.

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  4. Muy de acuerdo con Yolanda, a los funcionarios, como trabajadores que son, hay que motivarles en su trabajo que, al fin y al cabo, es para el bien de todos nosotros. El Gobierno deberá pensar muy mucho cuales serán las herramientas para que la relación salario-prroductividad sea justa y que no dependa, como bien ha dicho Marco, de una variable tan impredecible. No obstante, me parece muy acertada la medida del Gobierno de premiar a quien realmente se lo merezca. Desgraciadamente, hay que tocar el bolsillo de las personas para que, en algunos casos, reaccionen ante tanta parsimonía.

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