sábado, 18 de octubre de 2014

REFLEXION REALIZADA POR MARÍA GALLARDO CABRALES.

Mi reflexión es sobre un tema muy polémico y es la discriminación que aún sufre la mujer en el mundo laboral tanto privado como público. No hace falta acudir muy lejos para darnos cuenta de ello. Por ejemplo ¿Cómo nos quedamos cuando en pleno siglo XXI escuchamos a la Presidenta del Círculo de Empresarios se opone a contratar a mujeres en edad fértil? (leído en Publico.es noticia del 3/10/2014).¿Cómo es posible que aún se siga frivolizando con este tema?
Cuando una mujer es madre debe tener todas las garantías para poder criar a su hijo ya no es válido para nadie que se catalogue a la mujer con este tema.
Precisamente existen leyes sobre igualdad y no discriminación en el mundo laboral para que ello no ocurra. La Unión Europea suele marcar las pautas para que ello se lleve a efecto.
Pero desgraciadamente esto no es así, ni siquiera en la administración pública, y eso es debido al alto coste que supone una guardería por ejemplo, que aún no hay una verdadera conciliación entre la vida laboral y familiar en el mundo del trabajo, con el consiguiente descenso de nacimientos. Y siempre le toca a la mujer quedarse en casa o casi siempre.
Esto es en cuanto a la maternidad.
También existe el acoso laboral por razón de género, me encantaría recomendar una película, donde el tema es muy ilustrativo a lo que aquí se trata de reflexionar. En tierra de hombres¨ se llama. La protagonista sufre un acoso laboral con vulneración de sus derechos, su indefensión (ningún abogado se quería hacer cargo de su defensa) y bromas sexistas. Esto aunque parezca mentira sucedió en EEUU. Actualmente sigue existiendo esto en el mundo laboral y en la administración pública también, si resulta que hay una compañera que ejerce una dirección que está rodeada de compañeros que son hombres he visto como se le ha discriminado y se le ha acosado hasta que esta señora abandono el trabajo alegando que no se adaptaba al puesto, pero se sabía que no era así. También en ocasiones algunos hacen bromas, que a veces no tienen ninguna gracia y que tu propio compañero se cree que eres mojigata si no le ríes la gracia
No voy a hablar de mí, lo voy a hacer de mis tres hijas a las cuales he educado para que el día de mañana sea totalmente independientes, si quieren ser madres que lo sean y que lo sean con todas las garantías que la ley les dé. Tanto en el colegio, instituto o universidad se les ha tratado y exigido con la misma igualdad que a sus compañeros hombres, ¿Entonces porque no se puede comportar la sociedad exactamente igual cuando se integran en el mundo laboral? Porque hay una señora que dice que no se debería contratar a mujeres en edad fértil, cuando ella misma ha tenido 6 hijos. Conductas como estas son las que nos siguen dañando. Y lo que más rabia da es que estas polémicas palabras vengan de una mujer.
Espero que todos aportemos nuestro granito de arena y pensemos que la maternidad bajo mi punto de vista tendría que estar totalmente equiparada a la paternidad en el ámbito laboral, tanto privado como público.
Y que también sirva para darnos cuenta automáticamente cuando se hace cualquier broma impertinente a cualquier compañera con el menoscabo de su dignidad como persona.


1 comentario:

  1. Aprovechando esta reflexión sobre la discriminación que aún sufre la mujer en el mundo laboral, con la que estoy totalmente de acuerdo, me gustaria hacer referencia a la discriminación positiva.

    La discriminación positiva se establece para que la mujer, en el mundo laboral, tenga las mismas oportunidades de acceso y las mismas condiciones de trabajo que el hombre.

    Esto, regulado por la ley, que obliga a las empresas a establecer un numero determinado de puestos de trabajo a cubrir por mujeres, o incluir un número determinado de mujeres en las listas de los partidos políticos.

    Pienso que estas medidas en lugar de favorecer a la mujer lo que hace es empeorar aún mas la situación, conseguir que las mujeres se sientan aún más discriminadas, que en lugar de integrarlas, estas medidas lo que hacen es segregarlas y provocan que aumente las actitudes machistas que siguen tan presentes en nuestra sociedad en general.

    La igualdad entre hombre y mujer es un objetivo que se tiene aún que cumplir, pero en mi opinión, la discriminación positiva no es la solución. Más que aprobar leyes que regulen este tema desde donde hay que empezar a solucionar este problema es desde la raíz, desde las entrañas de la sociedad que es la que ha creado este problema desde siempre, conseguir un lavado de conciencia y una reeducación y evitar, sobre todo, que se plante la semilla de la desigualdad en las escuelas, cuando el ser humano comienza a dar sus primeros pasos en el aprendizaje.



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