Reflexión Personal

• Reflexión Personal al artículo, que aporté al blog, "La diversidad en los RR.HH. como fuente de innovación".

Este artículo pone de manifiesto, que aunque la globalización y las nuevas formas extravagantes de los RR.HH. en las empresas parecen estar consolidadas, cada vez más nos damos de bruces con el problema real, a saber.

Preguntas típicas de un consultor contratado por una empresa o del responsable de RR.HH, de esta, en una selección de personal, después de indicarle brevemente al candidato, denominación y actividad de aquella.

1)¿Que edad tiene Ud?, 2) ¿Qué estudios posee?, 3)¿Qué experiencia puede demostrar?.

Todo esto que parece valadí o simple rutina para las empresas, no lo es. Y es que para éstas, desde la última reforma laboral e incluso con las anteriores, poco les interesa la última cuestión. Y digo esto porque el afán de intervenir en la educación laboral de las personas es tal que se olvidan de lo esencial, la profesionalidad, en otras palabras la Experiencia Laboral.

Las empresas cada vez menos tiene en cuenta esto y en el artículo se dice muy claro"el edadismo", no se paran en comprobar, el talento, los conocimientos de la persona, nada de eso se tiene en cuenta por la mayoría, sin embargo se le da mucha importancia a sueldos más pequeños e impuestos menos gravosos.

Y no hablemos de los jóvenes, en gran parte, "talentos desperdiciados", que cuando terminan su formación a cargo, en su mayoría, de su País, sus frutos se los llevan otros, porque de aquí, con los empresarios y las Leyes en materia laboral que tenemos, lo mejor es salir lo antes posible.

Por eso si alguna vez las empresas supieran poner en valor a una y otra condición personal, este País funcionaría de otra manera.

Por último una pequeña reflexión a esta que expongo. 

En la época de la Transición Española tuve esta experiencia, jóvenes y adultos o mayores, como se le quiera denominar con mucha experiencia, trabajando codo con codo. Resultado el joven terminó con más experiencia y profesionalidad que el mayor, porque se unieron las dos condiciones: Joven y Experiencia.

Las empresas, que en su momento apostaron por esto, todavía están en activo y con grandes profesionales y muchas expectativas de futuro, que han hecho de ellas empresas con futuro, las que no apostaron, ni están ni se les espera.

He aquí la gran diferencia. Y por último y al hilo de esto, véase lo que queda del tejido empresarial Sevillano y no hablemos del Andaluz.

Lucas Segovia Oliver